Así lo afirma el padre Andrew Heaton, vicerrector del Venerable English College, un seminario romano para curas católicos ingleses, que ha organizado una exposición.
Las menciones en el citado libro coinciden con unos años en los que el paradero del autor de Hamlet sigue siendo un misterio: Shakespeare abandonó su Stratford natal en 1585 y reapareció en 1592 en Londres, donde comenzó su carrera de dramaturgo.
Según Heaton, lo más probable es que el bardo hubiera visitado Roma entonces como católico clandestino.