Con esos 292 trasplantas la tasa de donantes por millón de habitantes se sitúa en Andalucía en el 36,7, la más alta del mundo, ligeramente superior a la media española, pese a lo cual Alonso confió en llegar a unos pocos años a una tasa de 40 donantes por millón y en que la negativa a la donación, que en la región se sitúa sólo en el 16%, se reduzca hasta cero.
De los 667 trasplantes de órganos, 626 procedieron de donantes fallecidos y 41 lo fueron de donantes renales vivos, según explicó en conferencia de prensa Alonso, quien recordó que en 1993 la tasa de donaciones en Andalucía era similar a la media europea y ahora la duplica, y que las donaciones practicadas el año pasado fueron un 5% más que las de 2008.
De los 667 trasplantes del año pasado -23 de ellos infantiles- 381 fueron de riñón, 196 de hígado (10 infantiles), 41 de corazón (4 infantiles), 27 de pulmón y 23 de páncreas.
Alonso destacó el incremento de la donación de riñones por parte de vivos, ya que desde 1978 hasta el año pasado se han hecho en Andalucía 185 trasplantes renales de donantes vivos, de los que 92, la mitad de todos ellos, se han practicado en los tres últimos años.
Los 41 trasplantes de riñón de donantes vivos supusieron ya el año pasado el 11% del total efectuados en Andalucía, y la previsión es que alcancen al 15% en el corto o medio plazo.
Donantes vivos y accidentes
De los donantes vivos, el 66% de los que ceden su órgano son mujeres y la edad media es de 49 años; el 33% de las donaciones es de padres a hijos; el 31% entre parejas; el 31% entre hermanos; el 3% entre amigos y el 1% a trasplantes cruzados.
El año pasado siguieron disminuyendo los donantes de órganos y tejidos fallecidos en accidentes de tráfico, con un descenso de hasta el 53% en los tres últimos años, pasando de los 58 donantes de 2006 a los 28 de 2009,"un hecho por el que toda la sociedad debe felicitarse", según señaló Alonso.
Pese a esa disminución, la cifra total de donantes se ha incrementado por la detección y obtención de órganos por parte de donantes fallecidos por otras causas, especialmente personas de edad que mueren por accidente cerebral hemorrágico, de ahí que ocho de los donantes de 2009 tuvieran más de 80 años, ya que no existe límite de edad para ser donante fallecido.
De este modo, Alonso destacó que el año pasado el 9% de los donantes fallecidos procedían de accidentes de tráficos y el 70% habían sufrido hemorragias cerebrales.
La reducción de accidentes de tráfico ha hecho que el perfil de donante de órganos fallecido presente cada vez mayor edad, de modo que la edad media ha pasado de 31 años en 1991 a casi 57 años en 2009, con lo que un 47% de los donantes del año pasado tenían más de 60 años.
No obstante, el aumento de la edad media del donante supone una disminución en la media de órganos válidos para trasplante por cada donante, lo que impide que el importante incremento de las tasas de donación de los últimos años tenga un reflejo proporcional en las tasas de trasplantes.
El 56% de los donantes del año pasado en Andalucía fueron hombres y la correlación del 10% de población inmigrante en Andalucía se mantienen en los donantes, 31 de los cuales no fueron el año pasado donantes nacionales, 24 de ellos residentes y 7 transeúntes.
Por hospitales, el sevillano Virgen del Rocío efectuó 175 trasplantes (95 de riñón, 59 de hígado y 21 de corazón), el cordobés Reina Sofía 173 (56 de riñón, 60 de hígado, 20 de corazón, 27 de pulmón y 10 de páncreas), el malagueño Carlos Haya 171 (111 de riñón, 47 de hígado y 13 de páncreas), el granadino Virgen de las Nieves 93 (64 de riñón y 29 de hígado), y el gaditano Puerta del Mar 55 de riñón.
