Una sección de artillería autopropulsada, zapadores de puentes y expertos en guerra electrónica reforzarán a los 6 carros de combate Leopardo 2E y 15 vehículos blindados Pizarro que la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra (Futer), con Cuartel General en Sevilla, mantiene desplegados en Letonia, a 120 kilómetros de la frontera rusa.
A raíz del ataque de Rusia contra Ucrania, todo ha cambiado. Ya no hay disuasión. Ahora hay disposición para entrar en combate en el caso de que Vladimir Putin ordene el ataque contra alguno de los 30 países miembros de la Alianza Atlántica. El Gobierno español ha dado luz verde a que 150 militares más viajen al País báltico. El anuncio ha sido realizado por el presidente Pedro Sánchez en el Congreso.
Ese contingente intensificará la labor que vienen llevando a cabo los casi 350 hombres y mujeres actualmente desplegados en la base de Adazi, en su mayoría pertenecientes a la Brigada Guzmán El Bueno (BRIX), con base en Cerro Muriano (Córdoba).
A partir de la decisión del Gobierno se abre un proceso en el que el Cuartel General de Futer, ubicado en la sevillana Plaza de España, juega un papel clave. Se inicia con la orden del jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad). A partir de ese momento, se activa el Centro de Coordinación de Generación (Cecogen) de la Fuerza, órgano encargado de crear los contingentes internacionales que operan fuera de nuestras fronteras.
Hay que tener en cuenta que tanto las unidades de artillería autopropulsada, como los zapadores pontoneros y los expertos en guerra electrónica, que está previsto partan hacia su nueva misión en barco la próxima semana, tienen su base en las provincias de León y Burgos, aunque orgánicamente dependan del Cuartel General sevillano. De hecho zarparán desde un puerto del norte de España.
El contingente español desplazado a Letonia participa en la operación Presencia Avanzada Reforzada (Enhanced Forward Presence) que, según el Ministerio de Defensa, tiene como objetivo "mantener la disuasión frente a cualquier agresión a nuestros aliados bálticos", a través de un despliegue en el que participan otros países de la OTAN. España es el segundo país que más tropas aporta en Letonia y éstas están integradas en un batallón que lidera Canadá.