Sabemos de sobra que es el Ayuntamiento de Cádiz, el único responsable de agitar el calendario festivo de la ciudad, montando un Carnaval sin sentido en pleno mes de mayo, que ni siquiera convence a los propios carnavaleros.
Por consiguiente, también somos conscientes de que la festividad del Corpus está donde siempre y que deberían ser otros los que se adaptaran a ella sin trastocar un solo ápice sus rituales y liturgias. Pero a estas alturas de la película, me pregunto si no debería prevalecer la sensatez por parte del Cabildo Catedral, viendo que por parte del Consistorio es una batalla perdida.
Está claro que fastidia que siempre tenga que ser la Iglesia la que termine cediendo y pagando los platos rotos, pero mirándolo desde una perspectiva objetiva, este Ayuntamiento caducará algún día (si es que no lo ha hecho ya), mientras que el Santísimo Sacramento del Altar, la custodia y todas sus solemnidades históricas casi milenarias, seguirán estando intactas donde siempre, al servicio de la iglesia y los gaditanos. Cabe recordar que el Corpus Christi es una de las fiestas mayores de la ciudad desde los tiempos más remotos, pues si la celebración litúrgica se establece para toda la Iglesia universal en 1264, España fue una de las naciones que con más apremio acogió la celebración eucarística.
¿Qué quiero decir con esto? Pues que quizá no merezca la pena salir a la calle de cualquier forma. Si por algo se caracteriza la festividad del Corpus, es por su ceremonial y esplendor. Y créanme que coincidiendo con el Carnaval de los jartibles; teniendo que salir por la puerta de atrás (como si tuvieran que esconderse de algo) porque el Ayuntamiento se niegue a ubicar la rampa en su portada principal; arriesgándose a que la custodia se cruce con una chirigota callejera y volvamos a protagonizar la prensa nacional cual oso en laRabalgata de Reyes; y ante el poco o nulo ceremonial previsto en las vísperas, donde no habrá altares por parte de cofradías, alfombras, ni revestimientos típicos de escaparates … poco esplendor se vaticina.
Es por ello por lo que llamo a la reflexión. Lo mismo no es cuestión de quedar por encima de Don Carnal a toda costa, es simplemente garantizar a los gaditanos la solemnidad de un día de Corpus por encima de políticos, jartibles y demás inconvenientes.
¿Acaso no sería más sensato celebrar una procesión claustral por el interior de la Seo, aun a sabiendas que la prioridad de salir a la calle con todas las garantías le corresponde a la Iglesia?
Hay momentos en la vida en los que hay que velar por el bien de las instituciones y poner en la balanza qué se gana y qué se pierde. Celebrar el Corpus dentro de la Catedral aseguraría una Misa Pontifical solemne y una procesión por las naves del templo sin riesgos de imprevistos ni infortunios, a gusto de la curia y sin limitaciones por parte de ninguna Administración.
Lo mismo, ante tanta enajenación política, es momento de que la Iglesia ponga un poco de cordura y que los siglos de experiencia también sirvan de algo. Amén.