Ya "no se teme por la vida" del trabajador gravemente herido el pasado 31 de marzo, hace ahora dos meses, como consecuencia de la explosión acontecida en una incubadora de huevos de Morón de la Frontera (Sevilla) en la que trabajaba junto a tres compañeros, dos de los cuales resultaron afectados leves mientras el tercero falleció.
Así lo ha manifestado a Europa Press el alcalde de Morón, Juan Manuel Rodríguez, explicando además que por la información que le ha sido transmitida, este varón, hijo del alcalde de Lobeira (Orense), Antonio Iglesias; tras ser ingresado en el hospital Virgen del Rocío de la capital andaluza afronta un proceso de recuperación "muy duro", dado que las quemaduras sufridas en dicha deflagración afectarían a una parte muy importante de su superficie corporal.
En concreto, poco antes de las 16,40 horas de aquel 31 de marzo era registrada una deflagración en una planta incubadora de huevos ubicada en el kilómetro 14 de la carretera A-8125, que une Morón de la Frontera y Arahal, siendo declarado un posterior incendio que desencadenó el colapso final de la nave, gestionada por la empresa Coren y antiguamente por la sociedad Tomás Guerrero.
La deflagración se saldó con la muerte de un vecino de Morón de 39 años y empleado de las instalaciones, mientras otros dos trabajadores también de la localidad resultaban lesionados leves a cuenta de la onda expansiva y un último afectado sufría graves quemaduras y traumatismos, siendo evacuado de urgencia al hospital Virgen del Rocío.
Mientras la investigación judicial de las causas del accidente estaría bajo secreto de sumario, el alcalde reclamaba en el marco de una concentración en memoria del empleado fallecido que la familia y los allegados del empleado muerto "merecen saber qué ha sucedido", pues según sus palabras "sorprende" que en una instalación dedicada a incubadora de huevos aconteciera una "tremenda explosión" escuchada incluso a "cinco kilómetros" de distancia.