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El Museo de Lola Flores tropieza con un imprevisto administrativo

La única empresa dispuesta a asumir el suministro de los equipos técnicos no ha acreditado “solvencia económica y financiera”, declarándose desierto el proceso

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  • Exterior de la Nave del Aceite, que acogerá el Museo de Lola Flores. -

El Centro de Interpretación de Lola Flores se ha encontrado con un imprevisto de carácter administrativo que difícilmente le permitirá empezar a funcionar coincidiendo con el inicio del centenario del nacimiento de la artista, una efeméride que se celebrará a partir del próximo 23 de enero.

El motivo que compromete la consecución de ese objetivo es que el Gobierno local se ha visto obligado a dar por retirada la única oferta presentada a la licitación del servicio de producción de contenidos multimedia y audiovisuales, así como el suministro e instalación de todos los equipamientos técnicos necesarios para su puesta en marcha.

La causa que justifica que la licitación se haya declarado desierta es que Ingeniería Interactiva del Ocio Siglo XXI S.L. –que era la única empresa que optaba al contrato- no ha acreditado debidamente “los requisitos de solvencia económica y financiera” que se exigían en el procedimiento.

Fuentes municipales admiten la contrariedad provocada por la retirada de la oferta, asegurando que a pesar de ello se trabaja de manera permanente con el objetivo de que el museo -cuyas obras ya finalizaron- pueda abrir sus puertas lo antes posible.

El contratiempo es tal que la Junta de Gobierno local acordó el 15 de noviembre la incoación de un procedimiento para imponer una penalidad de 3.723,94 euros a la entidad mercantil, correspondiente al 3 por ciento del presupuesto base de la licitación, IVA excluido.

Teniendo en cuenta que resta poco más de una semana para despedir noviembre y que en la licitación se ofrecía un plazo máximo de 90 días para acometer las actuaciones contempladas en el pliego, se hace muy difícil creer que se pueda culminar todo este proceso en los dos meses justos que restan para la celebración del centenario del nacimiento de Lola Flores.

Conviene recordar que en el expediente administrativo para la contratación de este servicio, el Consistorio mostraba su intención de que las instalaciones necesarias para la puesta en marcha del Museo de Lola Flores estuvieran finalizadas “en torno a diciembre del año en curso”, algo que ya no es posible.

La Junta de Gobierno local acordó el 12 de agosto el inicio del expediente de contratación de estos servicios mediante un procedimiento negociado sin publicidad al que fueron invitadas tres empresas, la ya citada, que fue la única que presentó propuesta, y otras dos más: Edwindo 4 Morcaro y 16 Escalones Producciones.

Sólo se recibió la oferta de Ocio Siglo XXI (124.131 euros, sin IVA), aceptándose la propuesta de adjudicación el 4 de octubre y requiriéndose entonces la documentación necesaria para la adjudicación y firma del contrato.

El 24 de octubre, la Mesa de Contratación constató que la mercantil no había “cumplido adecuadamente el requerimiento de documentación, al no acreditar los requisitos de solvencia económica y financiera”.

De ahí que la Junta de Gobierno local diera por retirada la oferta y declarase desierta la licitación hace apenas una semana.

El servicio de producción de contenidos multimedia y audiovisuales, así como el suministro e instalación de todos los equipamientos técnicos necesarios para poner en marcha el Centro de Interpretación de Lola Flores se licitó por un importe de 150.198 euros, financiado al 80 por ciento a través de la iniciativa Edusi de la Unión Europea.

Lo que se pretendía con la licitación declarada desierta era la producción de contenidos multimedia y audiovisuales, así como el suministro e instalación de todos los equipos técnicos necesarios para que el visitante se adentre en la vida de la artista.

La licitación incluía audios, vídeos, infografías, animaciones, ilustraciones y locuciones, e incluso una recreación de la artista a través de una imagen holográfica tridimensional.

El contrato también contemplaba el desarrollo de una aplicación de telefonía móvil (App) destinada a las audioguías del propio museo, que deberían proporcionar toda la información de cada uno de los puntos de la exposición elegidos para tal fin, estando por tanto encaminadas a ofrecer a los visitantes una herramienta informativa fácil de utilizar y con su propio dispositivo móvil.

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