Como requisito final, los mismos delegados sindicales tuvieron que ir ayer por la mañana al Registro municipal y presentar una nueva denuncia, en la que daban un plazo de veinticuatro horas al Ayuntamiento para que cierre las instalaciones. Si en ese plazo “improrrogable” no se normaliza la situación, anunciaban su intención de trasladar la denuncia a la Inspección de Trabajo Provincial de Cádiz.
Igualmente se denuncia la carencia de vestuarios propiamente dichos, teniéndose que cambiar los trabajadores en la entrada de acceso público o carencia de iluminación.