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Cruzar a EE.UU.: 53 días de un secuestro que la Guardia Civil ayudó a poner fin

Eran nicaragüenses y vivían en España. Un día decidieron "cruzar el charco" para llegar a Estados Unidos a través de la frontera mexicana

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  • Un agente de la Guardia Civil, de espaldas. -

Eran nicaragüenses y vivían en España. Un día decidieron "cruzar el charco" para llegar a Estados Unidos a través de la frontera mexicana. Para ello, contrataron un servicio de "coyotes", que lejos de ayudarles, les secuestró y extorsionó durante un calvario de 53 días que concluyó gracias a la intervención de la Guardia Civil.

La Dirección General del instituto armado ha informado este jueves de la participación de sus agentes en la liberación de un hombre de 25 años, de su pareja sentimental, una mujer de 34 años, y del hijo menor de esta, después de que la madre del varón, con nacionalidad española y residente en la Comunidad de Madrid, denunciara en la Guardia Civil el secuestro de sus allegados.

EL LARGO PERIPLO POR CENTROAMÉRICA

Fue el pasado mes de septiembre cuando la pareja y el menor decidieron dejar España en busca de una vida mejor en Estados Unidos. Su intención era llegar a Ciudad Juárez en México, para lo que habían contratado los servicios de una organización de "coyotes", especializada en cruzar irregularmente a inmigrantes.

Tras un largo periplo de un mes por diversos países de Centroamérica, los tres llegaron a Ciudad Juárez. Allí, miembros de un grupo mafioso de coyotes, el conocido "Cartel nuevo de Juárez", les asaltaron pistola en mano y les secuestraron.

Al menos pasaron por tres ubicaciones diferentes. En todas ellas permanecieron retenidos en condiciones infrahumanas, incluso eran agredidos. Durante 53 días convivieron con un centenar de secuestrados procedentes de distintos países iberoamericanos.

"ME ESTÁN TORTURANDO. ME VAN A MATAR"

La organización les obligaba a contactar telefónicamente con sus familiares e, incluso, a realizar videconferencias con ellos. En esos contactos, según las conversaciones a las que ha tenido EFE, los secuestradores exigían a las familias cantidades de dinero para la liberación de sus allegados. Si no pagaban, les matarían.

Ya a finales de noviembre, la madre del hombre de la pareja secuestrada decidió denunciar el secuestro.

Relató a los agentes que recibía llamadas, tanto de día como de noche, de los captores de sus familiares. En ellas, los secuestradores amenazaban con torturar, desmembrar y matar a las víctimas si no pagaban el rescate.

Incluso, enviaron a la madre vídeos donde se veía a los "coyotes" agredir a los cautivos con pistolas eléctricas.

"Me está torturando ¿Qué pasó con el dinero? Me van a matar. Por favor mamá, que no quiero morir. Lo estoy pasando mal". Son las palabras suplicantes que el hombre secuestrado dirigía a su madre en alguna de esas llamadas que le obligaban a hacer los secuestradores.

"Estoy pidiendo dinero a la gente a ver quién me puede echar un mano", se escucha responder a la madre, muy asustada.

Una llamada que pudieron grabar los investigadores y en la que una mujer de la organización delictiva amenaza a la madre con que "si nos dice mentiras" y no paga, irá viendo como sufrirá su hijo "poco a poquito".

"No lo voy a matar, pero lo va a pasar mal, sufriendo hasta que se tenga que morir", prosigue la captora en la llamada a la madre. Esta insiste en que es tanto el dinero que "me están pidiendo" que "no lo puedo conseguir".

LLEGARON A PAGAR HASTA 19.000 EUROS A LOS EXTORSIONADORES

Aún así, según ha explicado la Guardia Civil, era tanta e intensa la presión de los secuestradores, que la mujer llegó a pagarles 19.000 euros antes de denunciar los hechos al instituto armado.

La Guardia Civil activó entonces los mecanismos de colaboración con las autoridades mexicanas, mientras que agentes especializados de la Unidad Central Operativa (UCO) de cuerpo y de la Comandancia de Madrid se encargaron del acompañamiento y asesoramiento de la denunciante en su negociación con los secuestradores.

Y lo hicieron desde el propio domicilio de la extorsionada, en unos días en los que los agentes comprobaron la gran agresividad de los delincuentes y en los que mantuvieron un intercambio constante de información con la Unidad Especializada de Combate al Secuestro (UECS) de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua para lograr la liberación.

Los tres secuestrados fueron liberados a principios de diciembre en las proximidades de la frontera de EE.UU. en un "razonable" estado de salud. La familia ya no tuvo que realizar ningún pago desde que puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.

Según la Guardia Civil, las autoridades mexicanas han valorado como "imprescindible" el trabajo de los agentes del instituto armado en este caso, en tanto que la denunciante les ha agradecido su labor. 

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