Las obras de las calles del proyecto de mejora del entorno de la Catedral afrontan su recta final con nuevas canalizaciones para el saneamiento, mejora del abastecimiento de agua y el soterramiento del cableado de fachadas para la descontaminación visual, todo ello respetando los materiales originales, pero mejorándolos con mayores grosores de adoquines y baldosas y un tratamiento antideslizante que los hacen más accesibles, seguros y duraderos en el tiempo.
Así lo ha destacado el concejal de Mantenimiento Urbano, Javier Padorno, que junto al concejal de Cultura, José Manuel Higueras, ha visitado estas intervenciones en las calles Obispo González, que ya afronta su recta final; calle Campanas, cuya primera fase de intervención en soportales y calzada ya ha finalizado, y calle Maestra, cuya obra ha comenzado una vez que han pasado las fiestas de Navidad y San Antón para no entorpecer la actividad económica y social durante estas fechas, además de parte de la Carrera de Jesús. “La idea es acortar en un mes el plazo de ejecución y tenerlas terminadas para antes de la Semana Santa”, ha señalado Javier Padorno.
“Son intervenciones de las que tienen conocimiento los comerciantes y residentes y que se ha planificado para que sean lo menos molestas posibles”, ha indicado Higueras, que ha hecho hincapié en que el Ayuntamiento está trabajando en calles que “hacía más de un siglo que no se tocaban”.
“Creemos que van a quedar infinitamente mejor de lo que estaban en ese camino en el que también trabajamos para la declaración de la Catedral como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto a otros proyectos que están a punto de acometerse como el arreglo del patio y salón del Palacio Condestable Iranzo, la iluminación monumental de la calle Campanas y del friso gótico de la Catedral o los relacionados con la descontaminación visual con el apoyo a comerciantes para atajar este despropósito desde la calle Bernabé Soriano y hasta la plaza de la Audiencia”, ha subrayado el concejal de Cultura. Todas estas intervenciones se realizan con cargo a los fondos de la Inversión Territorial Integrada (ITI). Se trata de una primera inversión de 1,2 millones de euros que el Gobierno de España ha cedido a la Junta de Andalucía y que esta consensuó a finales de la legislatura pasada con el Ayuntamiento de Jaén, que presentó este proyecto ante la Consejería de Turismo.
Sobre la calle Obispo González, con un plazo de ejecución de 8 meses –por lo que está en plazo ya que lleva 5 meses de intervención-, Javier Padorno ha destacado el trabajo “muy laborioso y de excavaciones manuales con seguimiento arqueológico” al que han tenido que hacer frente para la renovación de la red de agua potable, la acometida de saneamiento y dos canalizaciones para enterrar las líneas de las fachadas de alumbrado y telecomunicaciones para la descontaminación visual.
“Puede parecer que la obra va lenta, pero se ha realizado un intenso trabajo, que no se ve a simple vista, para garantizar al mismo tiempo los servicios a los vecinos y vecinas”, ha añadido. Como ejemplo ha recordado que se tuvo que colocar tuberías provisionales para garantizar el abastecimiento de agua mientras se instalaban las nuevas. También se ha colocado el adoquín de granito original, previamente limpiado y acondicionado, “haciendo también así que la obra sea más sostenible”. En estos momentos se está procediendo a la colocación de bordillo y baldosa de granito, aumentado espesores para una mayor durabilidad de 8 a 5 centímetros.
En la calle Campanas ya se ha finalizado la primera fase de intervención en soportales y calzada, con el soterramiento de líneas y nueva solería, respetando el entorno y la baldosa original tipo Jaén, manteniendo materiales primitivos de mármol, piedra natural y con tratamiento antideslizante para que sea más accesible y seguro para viandantes. También el adoquín de la calle Campanas ha aumentado de grosor, pasando de 6 a 8 centímetros para aumentar su resistencia y durabilidad. Sobre la segunda fase de esta calzada, Javier Padorno ha explicado que “será la última intervención que se haga puesto que es por aquí por donde entran todos los materiales para el resto de intervenciones en marcha, calle Maestra incluida”.
En concreto sobre la calle Maestra, el edil de Mantenimiento Urbano ha explicado que se está haciendo con seguimiento de arqueología un nuevo saneamiento, ya que el actual es de cobijas muy antiguas y deterioradas que provoca que el agua discurra directamente entre la arcilla provocando filtraciones. También se va a cambiar el abastecimiento. “Después se repondrá el pavimento, respetando el entorno y materiales originales, mejorándolos con tratamiento antideslizante para que sea más seguro y accesible y con espesores mayores, al igual que ocurre en el resto de calles intervenidas”, ha añadido. Aquí las baldosas también pasan de 2 a 5 centímetros de grosor para que sean más resistentes y duraderas.
Descontaminación visual
Javier Padorno ha explicado que entre otras, se contempla la posibilidad de eliminar elementos que generen contaminación visual, como semáforos que se encuentren ubicados en la que va a ser zona peatonal o semipeatonal. “También queremos determinar la orientación y distribución de las baldosas en la intersección de la calle Campanas con la Plaza de San Francisco, para determinar si se mantiene el alineado actual o se colocan a escuadra, a cartabón o en sentido perpendicular”, ha añadido. También se está barajando la posibilidad de cambiar la situación de los focos que proporcionan iluminación a la fachada de la Catedral para eliminar el poste que los sujeta.
Padorno ha incidido “en la importancia de cuidar estos aspectos de la composición del espacio para no romper la estética del entorno y garantizar su armonía, eliminando elementos que no estén integrados debidamente o hayan dejado de tener utilidad; La zona debe ser visualmente atractiva y equilibrada en su conjunto, por lo que este trabajo de planificación urbana resulta fundamental”, ha valorado.
Los cuatro proyectos sobre calles se encaminan a la mejora de la accesibilidad del entorno urbano con eliminación de barreras arquitectónicas, la reparación y mejora de enlosados y la eliminación de cableado e instalaciones aéreas en determinadas calles y zonas del entorno del templo. Se trata de actuaciones encaminadas a la mejora de las instalaciones, de la estética, de la funcionalidad y disfrute de las calles, de salvaguardar sus valores patrimoniales así como de paliar la contaminación visual y perceptiva que producen ciertos elementos que se encuentran en la zona.