El Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén ha condenado a un vecino de Torredonjimeno a siete meses de prisión como autor de un delito continuado de maltrato injustificado de animales domésticos con la intención de causarles la muerte. En concreto, se le condena por dejar comida con clavos y alfileres en zonas de paseo de mascotas.
Además, la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, le inhabilita durante dos años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales o con su tenencia.
El juez considera probado que el ya condenado, entre los meses de abril y octubre de 2020 vino dejando en diversas ocasiones, tanto en la puerta de su cochera como en los contenedores situado enfrente de esta "trozos de salchicha en las que introducía en su interior alfileres, agujas o puntas para que los perros y los animales se las comieran y murieran a consecuencia de la ingesta".
Lo hizo con la finalidad de "ocasionar la muerte a los perros que paseaban por el lugar con sus dueños y a cualquier otro animal que pasase por la zona". La sentencia recoge que el procesado llegó a lograr su propósito, pero sí causó daños a dos perros que llegaron a ingerir las salchichas y que precisaron asistencia veterinaria, aunque los dueños no reclaman por lo ocurrido.
Por estos hechos, Fiscalía reclamaba diez meses de prisión, el pago de costas y dos años de inhabilitación para el ejercicio de profesión o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de estos, extremo que finalmente se ha recogido en el fallo judicial.
Durante el juicio, el procesado negó ser el responsable de la colocación de los cebos, pero el juez estima que "existe prueba de cargo suficiente para vencer la presunción de inocencia".
Fue a principios de octubre de 2020 cuando un vecino de Torredonjimeno comunicó a la Guardia Civil que en una zona en la que los vecinos de la localidad suelen pasear a sus mascotas habían visto trozos de carne con clavos, puntas y alfileres.
Los agentes comprobaron que en una zona próxima a un olivar, a escasos metros del núcleo urbano de Torredonjimeno había tiradas en el campo, e incluso colocadas en la acera y junto a los contenedores de reciclaje, diversos trozos de salchichas, los cuales contenían en su interior clavos y alfileres.
Como resultado de las gestiones, fue localizado el ya condenado en el momento en que dejaba los cebos y abandonaba el lugar en un ciclomotor.
