El matador, al que anoche le retiraron la respiración asistida y la sedación, ha hablado y bromeado con su familia, recuerda vagamente la cogida y su traslado a la enfermería y mantiene un buen estado de ánimo.
El padre del torero, Tomás Román, dijo a los periodistas, a las puertas del Hospital Hidalgo, visiblemente emocionado, que “Dios existe”, mientras que su apoderado, Salvador Boix, resaltó, en declaraciones a Efe, que el diestro “nunca” dejará de sorprenderlos a pesar de lo bien que lo conocen.
“Su evolución es muy satisfactoria, mucho mejor de lo que habríamos esperado, aunque sigue delicado y hoy (por ayer) seguirá en la UVI”, dijo el doctor Juan Carlos Ramírez, quien descartó, en rueda de prensa, que exista riesgo de muerte, según las pruebas médicas que le están practicando.
No obstante, alertó de que pueden surgir complicaciones y citó como “riesgo más latente” el de la infección, a pesar de que ya está “casi descartada” porque el tratamiento con antibióticos “lo tiene controlado muy bien”.
Los exámenes de sangre demuestran que el paciente está estable y que no requiere más transfusiones. “No hay evidencia de sangrado y los glóbulos blancos determinan que no hay infección, por lo que estamos tranquilos”.
Respecto a la alimentación, dijo que van a empezar a ver la tolerancia a los alimentos sólidos y no creen “que haya problemas”.
José Tomás empezó a hablar el domingo y sobre todo pregunta a quienes le atienden por cómo va su evolución. “Está muy sonriente, muy agradable y accesible”, refirió Ramírez, para quien el momento más “solemne” fue cuando el torero pudo hablar con su padre anteanoche.
Ayer llegaron a Aguascalientes procedentes de España la compañera sentimental de José Tomás y su madre, por quienes preguntó nada más recuperar la conciencia.
El médico personal del matador madrileño, Rogelio Pérez Cano, que también pudo hablar con él, destacó que no haya habido complicaciones y dijo que el torero empieza a recordar lo sucedido el pasado sábado en la Plaza de Toros de Aguascalientes.
“Él tiene algunos recuerdos vagos, es consciente de la cornada, de algunos momentos en la enfermería y hasta de su traslado, pero tiene lagunas”, explicó el doctor, quien añadió que José Tomás no es consciente de haber vivido el percance más grave de su carrera.
Boix explicó que el torero “sonríe, habla, pregunta”, está "muy bien de ánimos y casi moviendo la pierna” izquierda, donde los médicos le reconstruyeron la femoral, la ilíaca y la safena que le destrozó el pitón de Navegante, el segundo toro del lote al que se enfrentó el sábado en la Monumental de San Marcos de Aguascalientes.
El padre del matador consideró que la recuperación de su hijo se debe a “un milagro” acompañado de un equipo médico “prodigioso” que ha hecho una labor “sensacional”.
Del momento de la cogida, su padre recuerda que iba detrás del torero: “vi la sangre en el callejón y al principio no quise entrar en la enfermería”, aunque finalmente lo hizo y allí vivió una situación “dantesca”.
Preguntado por cómo es su hijo, su padre respondió que tiene una forma de ser “muy clara”, es “muy consciente” de los peligros de una profesión “que ama mucho”, y es una persona “muy seria” que actúa igual dentro y fuera de los ruedos.