Una muestra reúne las obras que sirvieron a Joaquín Sorolla para conseguir una disputada beca de estudios de la Diputación provincial de Valencia, una especie de erasmus que permitió al artista, con 20 años, una estancia de cuatro años en Italia, donde se empapó del arte clásico y de grandes artistas.
"Sorolla a Roma. L'artista i la pensió de la Diputació de València (1884-1889)" (Sorolla en Roma. El artista y la pensión de la Diputación de Valencia) reúne, hasta el 2 de julio en el Salón Respecte del Palau dels Scala de Valencia, una treintena de obras, dieciocho de ellas propiedad de la institución provincial, con los primeros bocetos y las obras que el artista presentó a las pruebas y las de su formación en Roma, Florencia, Nápoles y Asís.
Entre ellas figura un controvertido desnudo femenino, que casi le mereció la pérdida del mecenazgo al considerar el jurado como inapropiada, o el óleo "El padre Jofré defendiendo a un loco", que pintó en Asís en 1887 y que fue la obra con la que concluyó su estancia patrocinada en Italia.
También hay obras de este periodo cedidas por el Museo de Sorolla de Madrid, un cuadro prestado por la Fundación BBVA y dos dibujos originales procedentes del Ayuntamiento de Requena (Valencia), junto con documentos curiosos como la letra J con la que firmaba su producción anónima, el título de pensionado en Roma y la carta de su futuro suegro, el fotógrafo Antonio García, justificando el retraso en los envíos del artista a la Diputación.
Para ambientar la época se han dispuesto paneles que recrean en vídeo la Roma y la Valencia de la época y trasladan a los escenarios que vivió y pintó el artista, como la Academia de San Carlos a la Academia de España en Roma y la de San Lucas, el Caffè Greco y la Via Margutta.
Se trata de una muestra museográfica pero expuesta de forma muy didáctica, en la que se descubren las inquietudes del pintor en su juventud, con 20 años, y las vicisitudes que tuvo que superar para no perder la pensión de 3.000 pesetas que le pagaba la Diputación de Valencia por la ampliación de sus estudios en Italia.
Entre ellas, el concurso en el que compitió con una decena de aspirantes, entre ellos Constantino Gómez, con quien llegó a la final, de las que se conservan los cuadros que presentó; y las obras que envió desde Italia durante su estancia de patrocinio para justificar sus progresos, según ha explicado este lunes el comisario de la muestra, el historiador de Arte Rafael Gil.
El mecenazgo lo consiguió con la obra "El grito del Palleter" y, según relata Gil, una vez en Italia "fue laxo" en los requerimientos de la Diputación para justificar su estancia, que a punto estuvo de perder por el retraso de los envíos.
Se exhibe también, señala Gil, una versión de la Madonna Medici, a partir de una fotografía de la obra de Miguel Ángel durante su estancia en Roma, y destaca también el vaciado en yeso de una escena del friso del Partenón que también reinterpretó en esa etapa bohemia en la que Sorolla forjaba su personalidad artística en Roma.