Soto era una persona muy culta, que dedicaba gran parte de las horas de sus días jubilado a leer en la biblioteca de la Sociedad Casino de Algeciras. Asiduo tertuliano también de cuantas reuniones se celebraran en el Salón Noble de dicha entidad. Y con el que se mantenía una gran amistad, ya que daba gusto conversar con él de cualquier tema.
El lunes 13 de marzo de 2006, fue publicada en EL FARO INFORMACIÓN una entrevista, en la que desgranó su vida y obra con una lucidez y exquisitez admirable a sus 89 años de edad por entonces.
Descanse en paz el buen amigo Juan.