La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, informó de estas medidas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Ejecutivo eliminó también la figura del alto representante para la presidencia española de la UE, que tenía rango de secretario de Estado, una vez concluido el semestre de mandato europeo.
Los nueve altos cargos suprimidos ayer se unen a los 33 eliminados a finales del pasado mes de abril, para el ahorro necesario para la nación.
Exteriores mantiene las Secretarías de Estado para la UE y la de Cooperación Internacional y funde las de Asuntos Exteriores e Iberoamérica, que tendrá esta denominación.
El Ministerio de Industria crea la secretaría general de Turismo y Comercio Interior, cuyo titular será el anterior secretario de Estado del ramo, Joan Mesquida.
La reestructuración, aprobada mediante Real Decreto, incide en el compromiso del Gobierno de racionalizar la estructura de la Administración General del Estado y del sector público empresarial con el fin de reducir los gastos de personal y de funcionamiento, sin perjuicio en la prestación de los servicios.
Superada la Presidencia rotatoria de la UE, el Ejecutivo acomete la reestructuración del Ministerio de Asuntos Exteriores para adaptarse al recién nacido Servicio Europeo de Acción Exterior.
Según recoge la referencia del Consejo de Ministros, los cambios en el Departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos persiguen mejorar su eficacia y ganar en austeridad.
De la nueva Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamérica, que recae en Juan Pablo de Laiglesia, dependerán las direcciones generales para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo; para América del Norte, Asia y Pacífico; para África; para Iberoamérica y de Asuntos Multilaterales.
Habrá también otras dos Secretarías de Estado, para la UE y de Cooperación Internacional; y una Subsecretaría de Asuntos Exteriores y de Cooperación.