Los recién casados Tamara Falcó e Íñigo Onieva están disfrutando de un verano lleno de viajes y experiencias culinarias que hacen que cualquiera envidie su apetitoso itinerario. Esta pareja no conoce límites cuando se trata de explorar la alta cocina; por lo que su última parada tenía que llevarles hasta El Puerto de Santa María, más concretamente hasta Aponiente; el restaurante del renombrado Chef del Mar, Ángel León, donde la pareja hizo junta su primera inmersión en la cocina del mar. La visita a Aponiente era un paso obligado para Tamara, conocida por su amor por la gastronomía y su faceta como chef.
Después de su exclusiva luna de miel en Sudáfrica, donde seguramente disfrutaron de una increíble mezcla de sabores, la pareja decidió explorar la rica oferta culinaria que ofrece Cádiz, con el enfoque en el marisco y los productos del mar. Aponiente, con su reputación de ser uno de los mejores restaurantes de cocina marina en el mundo, era la elección perfecta para celebrar el primer verano que ambos comparten como marido y mujer.
El menú degustación de Aponiente no es para los bolsillos ligeros. Con un precio de 300 euros por persona, el menú consta de 21 exquisitos platos, incluyendo 13 opciones de comida marítima salada y 8 de comida marítima dulce. Entre los platos que la pareja compartió en sus redes sociales, destacan el Flan de Lisa, la tortilla de camarones, los Callos de Ostiones, el Queso de Calamar, el Papel de Choco en Adobo, el Salpicón de caviar, la Quisquilla y guisantes de Sanlúcar, el Puchero de cañaíllas, las Burbujas de huevas, el Mochi de morena y, por supuesto, las Chucherías del mar.
Para maridar esta experiencia culinaria única, Tamara y Íñigo tuvieron que decantarse entre dos opciones: el Maridaje Menú, que tiene un costo de 175 euros, o el Maridaje Non Plus Ultra, una experiencia aún más exclusiva con un precio de 295 euros.
Antes de partir, la pareja tuvo el honor de posar junto al chef Ángel León para felicitarlo por su innovadora y deliciosa cocina marina. Con cada bocado, Tamara Falcó e Íñigo Onieva parecen haber saboreado no solo la excelencia culinaria, sino también la felicidad de compartir este verano tan especial. Una vez más, su amor por la comida y su apetito por la aventura culinaria los llevan a lugares excepcionales como, sin duda, El Puerto de Santa María.