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Torremolinos

Centenario de Imperio Argentina

Torremolinos no es sólo turismo, fiesta, deportes, playa y sol. Es también arte, cultura, crisol de civilizaciones. En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos

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En este año 2010 se cumple el centenario del nacimiento de nuestra universal gloria de la canción, Imperio Argentina, Malena para los suyos, que somos todos. Quiso el destino que fuera Torremolinos el paraíso de su adiós. De Torremolinos a las páginas de la gloria. Aquí nos dejó el 22 de Agosto de 2003. Mas no se apagó su estrella, que es llama eterna en el ánimo. Ni se marchitó la flor lozana de su sonrisa, que ésa prendió para siempre en la tierra fecunda de sus fervientes admiradores. Un pequeño museo con algunas de sus más queridas pertenencias abre en el corazón de La Nogalera las puertas y las ventanas empañadas con el vaho de los recuerdos de su ayer. Imperio Argentina se asoma día a día al balcón nostálgico de Torremolinos. Aún está el aire saturado de las notas armoniosas de su garganta. A su compás vibran las cuerdas de la guitarra de Torremolinos. Todo un siglo se pasea por su pentagrama.
El 26 de Diciembre de 1910 nacía en Buenos Aires Magdalena Nile del Río. Antonio, su padre, gibraltareño, que hacía cantar a su guitarra y él la acompañaba; y Rosario, su madre, malagueña y gracia del baile de pura raza española, andaban de gira por tierras argentinas cuando a la gran ciudad del Río de la Plata le cupo el honor de ser la cuna de la nueva estrella que con el tiempo sería Imperio Argentina.
La mayor parte de la infancia de Malena, que ése era su nombre familiar, transcurrió en Málaga. Aquí aprendió a bailar; o, dicho con más precisión, encendió las tablas con la chispa del baile que llevaba dentro. El arte de aquella niña también prendió en la gran artista Pastora Imperio, que la incorporó a su Compañía escénica cuando rondaba la adolescencia y cariñosamente la consagró como "Petit Imperio". Fue el premio Nobel Jacinto Benavente quien más tarde la bautizaría como "Imperio Argentina", que para el gran escritor era el compendio nominal de las dos mejores artistas de España, la cantaora Pastora Imperio y la bailarina Antonia Mercé, 'la Argentina'.
Perfeccionó Malena la graciosa espontaneidad de sus inquietos pies aprendiendo baile clásico con la famosa bailarina Pavlova, y baile flamenco a cargo del padre de La Argentinita. Tras una gira por diversos países hispanoamericanos, el cineasta Florián Rey se fijó en ella para protagonizar en 1927 la película muda "La hermana San Sulpicio", a la que aportaría su voz en los comienzos del cine sonoro. Imperio Argentina encauzaría su carrera artística hacia la gran pantalla, tanto como hacia las tablas directas. Su filmografía alcanza veintidós películas de largo metraje, sin incluir cortos. Entre las primeras destacan: "Corazones sin rumbo", "Melodía de Arrabal", "Morena Clara", "Nobleza baturra", "La Copla de la Dolores", "Con el viento solano" y "Tata mía".
Sus numerosísimas giras artísticas por España e Hispanoamérica la convirtieron en una de las más entrañables representantes de la Copla española. Sus discos fueron muy solicitados. Aunque el público en general la consideraba andaluza, la propia Imperio confesó que lo suyo era el tango. De hecho, en tierras argentinas su más popular canción fue "Caminito campero", que interpretó con Carlos Gardel.
Poco antes de su muerte, la Universidad Complutense de Madrid le otorgó su Medalla de Honor, en tanto que en Argentina recibía el título de "Ciudadana ilustre". Y Torremolinos, donde ella tomó el tren silencioso del adiós, lleva siempre, pero especialmente en este centenario de su nacimiento, el nombre de Imperio Argentina, Malena, grabado profundamente en las planchas de oro del corazón.


IMPERIO ARGENTINA
(Bolero)
Letra y música: J. A. SAN MARTIN

Ella nació en tierra hermana,
y por el orbe llevó
la gracia entera de España
y el encanto de su sol.
La aurora de su sonrisa
la noche no oscureció,
que es una estrella encendida
que da vida y esplendor.

Imperio Argentina,
tu cautivadora voz
inflama cada día
de añoranza el corazón.
Imperio Argentina,
todo un cántico al amor,
eterna melodía:
tu recuerdo es hoy canción.

En una tierra divina
cultiva Dios una flor:
es la de Imperio Argentina,
que en sus labios germinó.
Esa lozana sonrisa
que el tiempo no marchitó,
en el recuerdo prendida
aún suspira de pasión.

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