Agentes de la Policía Nacional han detenido en Cádiz a un hombre de 35 años de edad como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa en el ámbito familiar. El detenido presuntamente intentó matar a su madre y, tras darla por muerta, se cambió de ropa e intentó no dejar rastro de sangre en su ropa. Tras darse cuenta de que está viva llamó al 091 diciendo que habían entrado en su casa y habían agredido a su madre dejándola inconsciente en el suelo de la cocina.
Según ha explicado la Policía Nacional, el hijo dio explicaciones a los agentes todas ellas incongruentes y sin sentido sobre lo ocurrido, por lo que tras recabar vestigios en el lugar de los hechos los agentes descubrieron indicios incriminatorios suficientes que acreditaban su presunta responsabilidad sobre la agresión que había sufrido su madre.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 11 de octubre, cuando el 091 recibió una llamada de una persona informando que tras regresar a su domicilio se encontró a su madre inconsciente con varias heridas en el cuerpo y con un cuchillo en su mano. Hasta el lugar se desplazaron varios indicativos de la Brigada de Seguridad Ciudadana, cuyos agentes tras acceder al interior del domicilio localizaron a una mujer en el suelo de la cocina con heridas sangrantes en varias partes del cuerpo y con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones a su lado.
Los policías atendieron a la víctima aplicando los primeros auxilios hasta la llegada de un equipo de sanitarios del 061. Durante la prestación de la primera asistencia, los agentes interrogaron a la mujer sobre los hechos, respondiendo que se encontraba con su hijo en el domicilio y que recibió un fuerte golpe en la cabeza, no recordando nada más.
Los agentes se entrevistaron con el hijo de la víctima para tratar de aclarar lo ocurrido, el cual manifestó que había tenido una fuerte discusión con su madre en la que según él, su madre estaba muy violenta y le había arrojado una jarra de cerveza. Por todo ello se marchó a la calle para comprar algo en una maquina de vending de 24 horas cercana a su domicilio.
Tras dar múltiples explicaciones a los agentes, todas ellas incongruentes y sin sentido y no mostrando en ningún momento preocupación alguna por el estado de salud de su madre, levantaron las sospechas de los agentes sobre la presunta autoría de los hechos acaecidos.
Así, los policías nacionales observaron que las ropas y manos del hijo se encontraban muy limpias a pesar de la cantidad de sangre que había en la casa, y en una inspección realizada en el interior de la misma se observó que el lavabo del cuarto de baño había sido utilizado recientemente. Además, localizaron en las piernas del hijo pequeñas salpicaduras de sangre.
Por todo ello el hijo fue detenido, ante los indicios recabados de responsabilidad criminal, al no encontrar la puerta del domicilio forzada y tras las manifestaciones incongruentes del hijo, así como el testimonio de la víctima, que tras ir recuperando la consciencia, recordó que su hijo la había golpeado contra la encimera de la cocina.
Una vez finalizado el atestado policial, el detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz y tras ser oído en declaración se decretó su ingreso en prisión.