La Asociación de Memoria Histórica de Cádiz lamenta que el Cádiz Club de Fútbol use el nombre de Carranza, en un intento de blanqueamiento como homenaje a la afición. Con el acto ‘Guardianes del Carranza’, que se celebra este fin de semana, se hace una alusión que no es nueva y es claramente intencionada. Lejos de ser un asunto meramente deportivo, el Cádiz CF es una institución con suficiente fuerza como para ser referencia en esta materia, de ahí la gravedad del asunto.
No es algo baladí usar el nombre del antiguo estadio, sino que es una señal clara de querer blanquear la figura de Ramón de Carranza, que se autoproclamó alcalde en los primeros compases del golpe de estado que perpetró un grupo de militares, con Francisco Franco al frente.
Desde la entidad memorialista se entiende que se trata de una falta de respeto a las víctimas que sufrieron esta barbarie y la imposición de una dictadura que acabó con la democracia en España por cuarenta años.
De hecho, ya el 20 de septiembre de 2020 se celebró una sesión de la Comisión Municipal donde se acordó el cambio de nombre del Estadio Municipal. La justificación de estas acciones tiene su razón de ser en la defensa de los Derechos Humanos y en la condena que cualquier democracia debe hacer a un régimen autoritario como fue el franquista, pero además, tiene su justificación formal en lo amparado en las normas memorialistas a día de hoy en vigor y aplicables en nuestra ciudad.
Tanto la Ley 20/2022, de 19 de octubre de Memoria Democrática como la Ley 2/2017, de 28 de marzo de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, que recogen en su articulado la obligación que tienen las administraciones públicas para proceder a la retirada de la simbología o denominación de centros públicos que hagan menciones conmemorativas o exaltación de quienes sustentaron la sublevación militar y de la Dictadura así como de los participantes en el sistema represivo.
La norma estatal indica en su artículo 35 entiende que “se consideran elementos contrarios a la memoria democrática las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura”. De igual forma, serán considerados elementos contrarios a la memoria democrática “las referencias realizadas en topónimos, en el callejero o en las denominaciones de centros públicos”.
Es por ello que la Asociación lamenta que este acto se lleve a cabo bajo ese título cuando, además, hay socios aficionados al Cádiz Club de Fútbol de más de 25 años que están completamente en desacuerdo y así lo han hecho constatar a esta entidad.
Por otro lado, esperan desde la entidad que no se trate de un proceso de blanqueamiento y cambio paulatino para volver a cambiar el nombre del Estadio Nuevo Mirandilla y usar estrategias morfológicas, cuando, de igual forma, seguirá haciendo referencia a un régimen autoritario.