Buen punto del Cádiz ante todo un Sevilla que está resurgiendo. Los amarillos se adelantaron con los goles Chris Ramos y Darwin Machis, pero finalmente los tantos de Ocampos y Rakitic quitaron dos puntos a los amarillos. No obstante, el resultado es bueno y la imagen del equipo cadista mejoró mucho respecto a los últimos duelos.
El once elegido por Sergio dejó algunas novedades, como Javi Hernández posicionado como central para dejar su lugar a Pires. Además, al centro del campo regresó Alcaraz y continuó Kouamé, en el extremo izquierdo volvió Machis y en la delantera entró Roger por Maxi Gómez.
Comenzó el partido con jaleo. Sergio Ramos golpeó a Roger cuando este no tenía balón. Algo que se puede considerar agresión y, por ello, expulsión, pero quedó en tarjeta amarilla y la indignación del cadismo. No obstante, rápidamente se olvidó esta acción gracias al gol de Chris Ramos tras asistencia de Roger Martí. Falló la defensa sevillista en la salida del balón y el gaditano no perdonó. Con lágrimas en los ojos y señalando al cielo celebró un gol que va dedicado a su abuelo.
Y cerca de la media hora de partido llegó el segundo tanto de los gaditanos tras otra mala salida del Sevilla con el balón. Recuperaron el esférico entre Alejo y Roger y, finalmente, Darwin fusiló para poner el 2-0. Pero dos minutos más tarde llegó el primer tanto del Sevilla de parte de Sergio Ramos que, afortunadamente para los intereses del Cádiz, fue anulado por fuera de juego.
Sin embargo, en el minuto 37 sí que movió el marcador el equipo de Diego Alonso con un tanto de Ocampos a pase de Juanlu. Con el 2-1 se fue el partido al descanso.
Tras el paso por el vestuario Sergio quitó a Darwin y dio entrada a Sobrino, un cambio que no se entendió demasiado.
La segunda parte comenzó con un Sevilla que tenía claro su objetivo, remontar. A la hora de partido llegó el empate con un gol de Rakitic que fue imparable para Conan. Se ponía cuesta arriba el duelo para los amarillos, pero no bajaron los brazos. De hecho, Chris Ramos tuvo muy cerca otro gol.
Poco a poco fue creciendo el equipo de Sergio en esta segunda mitad, el problema, que el conjunto hispalense estaba sacando dinamita de su banquillo. Mientras tanto, Sergio intentaba dar oxígeno a su equipo con los cambios, pero no lograba tener más mordida y eso podía pasar factura. Los amarillos se defendían con uñas y dientes porque tenían claro que no se podía perder en casa. Pero delante estaba el Sevilla y Conan tuvo que ingeniárselas en el minuto 90 para que Óliver Torres no adelantara a los suyos.
Con mucho peligro el partido murió con un empate que de poco sirve a ambos equipos clasificatoriamente hablando. Eso sí, la imagen del Cádiz fue muy superior y es un empate ante un gran rival.