Desde este miércoles, la presión del agua en la ciudad de Cádiz se ha visto reducida de cuatro a tres kilos en jornada diurna, manteniéndose en tres por la noche. Esta es una de las primeras medidas adoptadas por el Ayuntamiento para reducir el consumo urbano en un 20%, de acuerdo al requerimiento realizado por el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, tras la elevación de la alerta por sequía por parte de la Junta de Andalucía.
El equipo de Gobierno informó a VIVA CÁDIZ que procederá al vaciado de las 25 fuentes ornamentales de la ciudad “de forma progresiva”, y pondrá en marcha una campaña de detección de fugas en la red de abastecimiento y una campaña de concienciación para fomentar el consumo responsable.
El alcalde, Bruno García, también adelantó que se dispondría de agua de los pozos de Varela y de Santa Rosalía para la limpieza.
El coordinador del Área de Medio Ambiente, José Carlos Teruel, confirma que ya se está haciendo uso del recurso contenido en el pozo de Varela y se ultima la habilitación de Santa Rosalía.
En conversación telefónica, Teruel defendido que “cumpliremos con el ahorro, pero vamos a seguir con el baldeo porque es una cuestión de salud pública”.
En este sentido, ha garantizado que “vamos a usar hasta la última gota de agua no potable para hacerlo”. Además de la procedente de los pozos, ha indicado que se hará uso del excedente de las piscinas, mientras que se impulsan las mejoras en la depuradora que comparten Cádiz y San Fernando para realizar tratamientos terciarios para reciclar el agua.
Pero ha reconocido, no obstante, que habrá que completar el volumen necesario con agua potable.
Para optimizar el recurso, Teruel ha explicado que mantiene una reunión semanal, los martes, con la empresa concesionaria, Valoriza, para dar prioridad a las zonas que precisan de limpieza, como la zona de ocio juvenil los fines de semana, y la reducción de número de baldeos. “En lugar de doce máquinas, salen a la calle ocho”, añade, con menor presión.
Finalmente, ha agradecido el esfuerzo de los trabajadores, tanto en el barrido, como en el baldeo para eliminar el mal olor de las calles.