En este laboratorio se creará un banco de matrices para fabricar órganos nuevos como corazones, hígados, riñones y piel, que volverán a ponerse en marcha con células madre del propio paciente a quien se trasplanten dichos órganos, informó ayer el doctor Francisco Fernández-Avilés, jefe del Servicio del Cardiología del Gregorio Marañón.
La iniciativa se enmarca en el proyecto SABIO (Scafolds and Bioartificial Organs for transplantation), en el que intervienen el Gregorio Marañón; Ciencia e Innovación; la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que proporciona los órganos no aprovechables para trasplantes –un 40% del total del total donados– y que servirán de matrices.
Al fabricarse “a medida”, es decir, con células del mismo paciente receptor del órgano, se espera que no haya rechazo porque su cuerpo no lo reconocerá como extraño.
Fernández-Avilés ha indicado que este sistema está llamado a resolver un “importante problema sanitario”, como es la escasez de órganos donados para trasplantes, al tiempo que supondrá un gran avance para que los pacientes trasplantados acepten el nuevo órgano y se curen de su dolencia.
“Esto tiene una enorme importancia en España, porque somos uno de los países en los que más trasplantes se realizan y en los que se hacen los más complejos”, ha matizado la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El doctor ha explicado que el procedimiento de fabricación de nuevos órganos consistirá en eliminar todo el contenido celular que contienen, lo que permitirá obtener una matriz tridimensional.
Posteriormente, se siembran las células madre adultas en la matriz, que induce y guía la proliferación, distribución y especialización de éstas, haciendo que el órgano vuelva a funcionar.
Todas ellas procederán de la unidad de producción celular del hospital Gregorio Marañón, primero en España en conseguir la acreditación para producirlas a partir de grasa o médula ósea, por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Este proceso ya ha funcionado en animales pequeños con los que se ha experimentado previamente, ha explicado la directora del Centro de Reparación Cardiaca de la Universidad de Minnesota, Doris Taylor, quien ha conseguido eliminar todas las células del corazón de un ratón muerto y repoblarlo con células madre adultas, obteniendo un nuevo órgano con todas sus estructuras y capaz de generar un latido eficaz.