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Punta Umbría

Soderling se asienta en la elite

El sueco Robin Soderling consiguió el título más importante de su carrera en el último Masters 1.000 de la temporada, el de París-Bercy, al superar en la final al héroe local Gaël Monfils por 6-1 y 7-6 (1) en 1 hora y 17 minutos.

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El sueco Robin Soderling consiguió el título más importante de su carrera en el último Masters 1.000 de la temporada, el de París-Bercy, al superar en la final al héroe local Gaël Monfils por 6-1 y 7-6 (1) en 1 hora y 17 minutos.

Con este triunfo, el sueco se alza hasta el número 4 del ránking mundial rebasando al escocés Andy Murray, y se confirma como uno de los mejores tenistas del circuito.

Soderling, de 26 años, firmó un torneo en Bercy perfecto, tras dejar por el camino al francés Gilles Simon, al suizo Stanislas Wawrinka, al estadounidense Andy Roddick y al galo Michael Llodra, contra quien tuvo que salvar tres bolas de partido en semifinales.

Su último obstáculo fue el heroico Gaël Monfils, verdugo del número 2 del mundo Roger Federer en semifinales, al que superó con más facilidad de lo previsto.

Monfils pareció haberse quedado sin gasolina tras el maratoniano partido en el que venció a Federer, 7-6 (7), 6-7(1) y 7-6(4), en 2 horas y 41 minutos, y fue una sombra de lo que demostró anoche.

Si ante el suizo utilizó como mejor arma su servicio, frente a Soderling salió dormido y concedió dos roturas de servicio en el primer set, que cayó del lado del sueco por un claro 6-1.

Monfils se activó en la segunda manga, pero las pedradas que enviaba Soderling con su derecha eran demasiado para el musculoso jugador parisino, que a pesar del masivo apoyo del público, no conseguía dar con la clave ante el potente servicio del jugador de Tibro (9 saques directos).

Al final, y tras un segundo set sin que ninguno de los dos concediera ni una sola bola de rotura, se llegó al desempate, una situación que ambos conocían bien tras sus partidos agónicos de semifinales.

Soderling, como merecen las grandes ocasiones, se dejó caer sobre el tapete azul de Bercy y se llevó las manos a la cabeza tras su punto ganador, consciente de que lograba su mejor triunfo desde que es profesional.

El escandinavo revivió su idilio con París, donde ha protagonizado sus mejores hazañas tras ser finalista de Roland Garros dos años consecutivos y convertirse en el único jugador que ha derrotado al número uno mundial,
Rafael Nadal, en este torneo.

Con esta victoria suma 6 títulos como profesional.

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