El valor total de la transacción incluye tanto el precio satisfecho por la división química de Cepsa a La Seda por la totalidad de las acciones de Artenius San Roque, como el valor de la deuda neta de la sociedad, que a partir de ahora pasará a denominarse Cepsa Química PET.
Fuentes de UGT señalaban que entre los trabajadores “hay mucha ilusión por empezar y por quitar la imagen de abandono de la planta”, por lo que “estamos deseando que nos digan a cada uno donde vamos. Esperamos que de aquí a final de mes todos estemos ya en nuestro sitio”.
Recorrido
El pasado 19 de noviembre, Cepsa alcanzó un acuerdo para la compra sujeto a la realización de determinadas actuaciones previas por La Seda y Artenius, entre las que destacaba la conclusión de un proceso de reestructuración de la plantilla de la fábrica.
A mediados de diciembre, más del 90 % de los trabajadores de la planta, compuesta por 91 empleados, votaron a favor de la integración en Cepsa Química. Una medida que implicaba la pérdida de 31 puestos de trabajo, pero la salvaguarda de la actividad industrial y de 59 puestos.
En concreto la nueva sociedad mantendrá una plantilla de 40 trabajadores, mientras que los 19 empleados pasarán a integrarse en diferentes departamentos de Cepsa Química.
Sinergias
Gracias a la adquisición de la planta de La Seda, Cepsa podrá aprovechar las importantes sinergias que se derivaran del consumo cautivo de PTA, como materia prima del PET. Asimismo, se optimizarán los costes de compras y logística al hacerse una gestión conjunta de las actividades de la cadena de valor, al tiempo que se logran importantes ahorros en costes fijos.
Cepsa ha avanzado que los trabajos para la puesta en marcha de la planta, que tiene una capacidad de producción de 175.000 toneladas métricas al año, ya han iniciado de forma que se estima que esté de nuevo en operación durante este primer trimestre de año.
