Semillas provenientes de América, como el tomate o el cacao, que "poblaron las mesas de Europa", son algunos de los elementos que la artista colombiana Delcy Morelos rescata en 'Profundis', la exposición con la que quiere resaltar el "tejido natural" que une a ambas culturas.
Morelos, quien ha llevado sus creaciones a museos y galerías de ciudades como Venecia o Nueva York, recala esta vez en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), en Sevilla, con este proyecto a gran escala.
En declaraciones a EFE durante la presentación de la exposición, que podrá visitarse del 28 de mayo hasta el 9 de marzo de 2025, la artista colombiana ha explicado que la relación entre América y Andalucía “nutre” a ambas culturas y que debemos “agradecer a la tierra” este enriquecimiento.
Durante la presentación de la muestra, la directora del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y comisaria de la exposición, Jimena Blázquez, ha expresado su agradecimiento a la artista por “confiar” en el CAAC para mostrar su obra, y ha resaltado la importancia de traer “lo local a un espacio cultural”.
“En Profundis se han presentado semillas que provienen de América, como la papa o el pimentón, pero se nos olvida que vinieron de allí, se nos olvida nuestra relación con la tierra. Pero somos tierra, de ahí venimos y ese será nuestro final”, ha relatado.
El albero sevillano, protagonista de la obra
El recorrido de 'Profundis' consta de siete instalaciones ubicadas en la zona monumental del museo, entre las que se encuentran la Capilla de Colón, la nave central de la Iglesia de Santa María de las Cuevas o la Capilla de la Magdalena.
La pieza central de la iglesia cuenta con una estructura que el público podrá atravesar para llegar a un nuevo renacer que culmina con una obra protagonizada por el albero, un “útero”, en palabras de Morelos, que da luz a un manto dorado de albero sevillano.
'Profundis' es una experiencia, más que una exposición, que pone el foco en la relación con la naturaleza y se concibe como un proyecto sostenible y comprometido con el medio ambiente que ha empleado materiales locales, como el albero de Sevilla o la tierra roja de Huelva.
Entre las semillas expuestas, que han sido cultivadas por agricultores andaluces, se encuentran algunas como el tomate, el maíz o el pimentón, muestra de algunas de las traídas tras la primera expedición de Cristóbal Colón y con las que Morelos realiza un “cierre del círculo” de este viaje.
Para Morelos era fundamental exponer la tierra, que en esta ocasión procede de las provincias de Sevilla, Huelga y Cádiz, como si de un museo se tratase, ya que considera que es un elemento que pasa desapercibido en nuestro paisaje diario pero al que le debemos un gran agradecimiento.
“Es importante exponer la tierra en lugares como galerías y museos, pero también exponerla en lugares sagrados, en este caso en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla. Además, para incorporar el olor propio de algunos lugares de culto, he añadido incensarios en algunos puntos de la muestra”, ha explicado.
Activismo silencioso
La artista ha señalado, desde la serenidad que caracteriza su comunicación, que los lugares de culto son centros de “comunicación con los seres superiores”, por lo que la tierra, al ser considerada por Morelos como “la gran diosa”, debe situarse en un espacio sagrado.
El “activismo silencioso” del que hace gala la colombiana se resume en “experimentar y ver”, reivindicar la relación “perdida” con la naturaleza a través del instinto y la emoción para huir así de la racionalidad y comunicar “desde el alma”.
En palabras de Morelos, el resultado de su trabajo es un “milagro” que ha contado con la colaboración del personal del CAAC y de los alumnos de la Universidad de Bellas Artes de Sevilla, quienes han plasmado su “creatividad, paciencia, compromiso y afecto” en esta obra.