Un total de 1.692 pacientes crónicos de la provincia de Cádiz están ya en seguimiento telefónico por la Consejería de Salud y Consumo dentro del Plan de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas. Se trata de una de las medidas más importantes del plan que activa la Junta de Andalucía para prevenir y minimizar las consecuencias que el calor y las altas temperaturas puedan tener sobre la salud de la población, y especialmente la más vulnerable. Concretamente, el seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
Son los profesionales de los centros de Atención Primaria los que hacen esta labor continua de identificación de pacientes con mayor riesgo o mayor vulnerabilidad ante el calor, como son las personas mayores de 65 años, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores de cuatro años (especialmente lactantes) y personas que trabajan o realizan actividad física expuestas al sol. En este Plan también intervienen la Consejería de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, la Consejería de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad, el SAS y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
Junto al seguimiento telefónico que se realiza a través de Salud Responde, que ya lleva realizadas 2.192 llamadas en la provincia desde la puesta en marcha del plan hasta hoy, también se intensifican las visitas domiciliarias, un total de 229 a pacientes gaditanos, para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor, y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Asimismo, desde la Consejería de Salud y Consumo se establece la coordinación necesaria entre las diversas instituciones y organismos implicados para que el Plan alcance a toda la población vulnerable en Andalucía. Este plan se mantiene activado desde el 15 de mayo y hasta el 15 de septiembre.
El objetivo principal de dicho plan pretende reducir el impacto sobre la salud de la población ante temperaturas de calor extrema propias del periodo estival. Para ello se establece un sistema de coordinación e intercambio de información entre las administraciones implicadas, centrando esfuerzos preventivos en poblaciones con riesgo de morbilidad y mortalidad y estableciendo un seguimiento personalizado con los recursos ya existentes.
De igual manera, se considera que debe prestarse especial atención a los ámbitos domiciliarios de personas mayores, a residencias de ancianos y a las áreas con alta marginalidad. Para ello se cuenta con los distintos programas puestos en marcha en estos ámbitos por los distintos organismos competentes que participan en el plan.
Plan de actuación
Con los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) todos los días, la Consejería de Salud y Consumo, a través del Servicio de Vigilancia y Salud Laboral de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, determina la previsión de las temperaturas máximas y mínimas para los cinco días siguientes, de forma que define los niveles de alerta en cada provincia, que son verde (si los umbrales máximos y mínimos no se van a superar en varios días), amarillo (si se van a superar en uno o dos días), naranja (si se van a sobrepasar en tres o cuatro días) o rojo (si las altas temperaturas se prevén para cinco días).
Desde los centros de Atención Primaria, gracias a las enfermeras gestoras de casos y enfermeras de familia, se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.