La Delegación de Patrimonio de Arcos ha mantenido una primera toma de contacto con el personal de la empresa Coplaga para estudiar y tomar medidas contra la sobrepoblación de palomas que tanto viene afectando a distintos edificios históricos.
Se ha acordado implantar medidas para reducir la cantidad de estas aves y sí solventar los problemas de salubridad, los daños materiales que causan en el patrimonio y las molestias a la población, sobre todo por acumulación de heces. Así pues, las actuaciones se desarrollarán inicialmente en el conjunto monumental, zona centro, barrio de María Auxiliadora, El Santiscal, Jédula y la barriada rural de la Junta de los Ríos.
Además, las medidas estarán acompañadas de líneas de atención al ciudadano a través del registro municipal en el Ayuntamiento, correo electrónico, móvil y WhatsApp.
En concreto, los trabajos consistirían en la revisión de los capturaderos, llevando a cabo el cebado de las jaulas con agua y alimento, y la retirada de las aves capturadas de acuerdo a la normativa de Bienestar Animal. Además, se harían vuelos disuasorios con aves rapaces.
Cabe recordar que los excrementos de las palomas son muy corrosivos porque contienen ácidos úrico y fosfórico, lo que produce una gran corrosión y manchas en las superficies de los edificios, además de la oxidación de los elementos metálicos. Además, las heces producen la obstrucción de canaletas y desagües con el consiguiente gasto que supone su desatranque.
Las medidas que pone el Ayuntamiento contra las palomas fueron anunciadas la pasada primavera por el delegado de Patrimonio, Andrés Camarena, tras la visita realizada a la antigua iglesia de San Miguel, hoy día un edificio cultural cerrado por sus problemas, entre otros, provocados precisamente por las palomas y la humedad. En aquella visita el delegado estuvo acompañado del presidente de los ecologistas de AMA-Natura-EA para estudiar la intervención. En este sentido, se ha cumplido el compromiso de comenzar los trabajos en septiembre.