De este descenso habló ayer la presidenta de la Feria, Pilar Gallego, durante la presentación de esta fiesta de la lectura que convierte este parque en la mayor librería de España.
Serán 17 días repletos de actividades, con 349 casetas: 27 organismos oficiales, 11 distribuidores, 59 librerías generales, 58 especializadas, 176 editores de Madrid y 116 editores del resto de España. Este año hay casi unas 50 editoriales más que en la pasada edición.
“La Feria es un termómetro del sector editorial y una ruleta para los libreros, que se juegan un buen pellizco de su facturación anual en estos días”, afirmó Gallego antes de reconocer que “la enfermedad” de la crisis económica “empieza a pasar factura al sector del libro”.
Según la presidenta, las ventas de los libreros han caído en los primeros meses de este año entre un 15 y un 20 por ciento con respecto al mismo período del año pasado, y aunque en 2010 no se produjo “ningún cierre por la crisis, no se sabe que pasará este año”. “Esperamos que la Feria levante los ánimos”.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que actuó como anfitrión de esta presentación de la Feria en el Palacio de Cibeles, señaló lo que la feria significa para la ciudad: “No es una feria local, es en Madrid, pero es para toda España, trasciende los límites de la ciudad”.
¡AleManía en la Feria del Libro! es el lema del programa de encuentros que ofrece el país invitado, Alemania, organizado por el Goethe Institut Madrid.