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Javier Galiana: “Cada vez tengo más claro que el Caribe empieza o termina en Cádiz”

El domingo 3 de noviembre actuará en la V edición del Festival JAZZahara el sexteto gaditano ‘Tumbando a Monk’... hoy hemos hablado con su pianista.

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  • Tumbando a Monk
  • Hombre, los puertos siempre son un lío (jajajajajaja). Ahora hay internet pero antiguamente lo más parecido eran los barcos…

Este viernes y hasta el próximo domingo da comienzo la V edición del Festival JAZZahara Petaca Chico en Zahara de los Atunes. Precisamente, el domingo 3 de noviembre actuará el sexteto gaditano ‘Tumbando a Monk’, que rendirá homenaje al icónico pianista Thelonious Monk. Su actuación combinará temas clásicos de Monk con nuevas composiciones que reflejan la fusión del jazz y los ritmos latinos. Con una mezcla de jazz y flamenco, ‘Tumbando a Monk’ ofrecerá una celebración vibrante del legado de Monk, capturando la esencia de sus composiciones con un toque fresco, contemporáneo y gaditano. Para conocer mejor a este maravilloso grupo surgido en nuestra tierra hemos mantenido una charla con Javier Galiana, pianista del sexteto.

¿Tito Alcedo y Nono García? Son maestros... Ahora son pareja de hecho aunque tengan los bienes separados. Son precursores, son los gestores de un sonido peculiar que tiene que ver con lo hablábamos al principio, que es mirar a América desde el norte hasta el sur, pero todo termina en Cádiz

Tumbando a Monk  se formó en Cádiz en 2011 y que muestra gratitud, respeto y admiración hacia uno de los personajes más influyentes y estrambóticos de la historia del jazz: Thelonious Monk. Es como si Monk hubiera nacido en un pueblo blanco andalu...

¿Qué significa para ti, como pianista, la música de Thelonious Monk? ¿Cómo influye su estilo en tu forma de tocar?


De todas las volteretas que llevo dadas, que no son muchas pero tampoco son pocas, es el que siempre me re-enchufa con el Jazz de alguna forma. Siempre es sugerente. A veces devaneo con otras músicas, con el flamenco, con la música latina, con clásica y Monk pero devuelve otra vez a lo que me hizo enamorarme de esa música.

Tumbando a Monk

¿A qué edad comenzaste con el piano?

Bueno, es algo un poco extraño porque empecé más tarde de lo normal, con 21 años después de estar en varios grupos roqueros… pero con la tontería me dedico a esto que no es poco… Yo tocaba la guitarra eléctrica con grupos de rock and roll… Y a los 21 me puse por derecho con el piano y aquí estamos… llevo ya más de media vida.

 

¿Cómo fue tu primera experiencia con Monk?

Fue en un disco por esa cosa curiosa por aprender otras músicas y de un disco que no paré de escuchar que en realidad era un recopilatorio de música suya… pero me encantó. Y cuando me fui a Barcelona a estudiar siempre que tenía la oportunidad o la obligación de leer o estudiar música suya, siempre lo hacía con gusto.

 

¿Te imaginabas sumergido en un mundo como el del Jazz en el que no es sencillo entrar?

Pues no. Cuando encuentras una música que te seduce pues te sumerges en ella. Ya me había seducido el rock y el blues, pero con el Jazz descubrí un tipo de violencia más exigente intelectualmente y claro, uno estaba tierno con ganas de aprender y de saber más… y en definitiva se trata de ponerse a estudiar y aprender.

Tumbando a Monk

Esta es una pregunta que siempre suelo hacer a músicos de Jazz… ¿Por qué se ha asentado la idea de ser una música elitista cuando no siempre ha sido, ni siempre es así?

Bueno, se ha establecido así al codearse con todo el tema vanguardista desde mitad del siglo XX y de alguna forma eso ha cuajado. Las entradas para un festival de Jazz no son baratas y se ha convertido como una distinción para el que sabe. Todo el rito que todavía se mantiene por suerte, en clubes pequeños de oír una música que alude a una violencia de alguna forma… es decir, un grito de protesta, pues se ha edulcorado y se ha convertido en un efecto de gente que es súper solvente técnicamente pero el mundo es mucho mundo y la industria es mucha industria. Es decir, si puedes ganar un pastón haciéndolo bonito pues la gente lo hace…

 

Lo cierto es que en los últimos años han proliferado los festivales de Jazz como el de Vejer, Cádiz o Zahara de los Atunes…

En Cádiz llevan ya diecisiete años y en Vejer unos cuantos también. El de Zahara es una feria…

 

¿Explícate?

Pues es el ejemplo de la cuestión de la industria… la feria es haber si se compra el ganado… uno se expone ahí a ver si te llevan a sus festivales y sus cosas… pero bueno, siguen siendo conciertos y no tienen que entrar solo programadores, va bastante público…

 

Exacto, llevo dos años asistiendo y ya solo por el espacio en el que se lleva a cabo merece la pena y mucho…

Exacto. Y además en las ediciones anteriores el clima ha sido amable y en Zahara de los Atunes se está del copón…

Tumbando a Monk

¿Eres de Cádiz?

Sí, de Cádiz Cádiz Cádiz…y este grupo se gesta aquí en Cádiz y lo curioso es coger esa música tan sugerente y enunciarla desde aquí. Pero hemos cogido a Cádiz no solo como ciudad antigua con raíces flamencas y carnavalesca, que por supuesto que están presentes, sino como si fuera no sé si el principio o el final del Caribe, que también lo es…

 

Como decía Carlos Cano…

Sí, pero esa copla ha envejecido un poco regular con lo de los negritos

 

Sí, totalmente de acuerdo…

Pero sí. Últimamente se habla mucho del Caribe afroandaluz como un espacio donde se gestan esas músicas que dicen que son de ida y vuelta pero que a lo mejor eran nada más que de vuelta. Es decir, yo cada vez tengo más claro que el Caribe empieza o termina aquí, pero que Cádiz es uno de los lazos seguro que sí.

 

Muchos estudiosos de las músicas realizan una distinción entre lo que se crea en el interior y lo que se crea en zonas con costas, con puertos…

Hombre, los puertos siempre son un lío (jajajajajaja). Ahora hay internet pero antiguamente lo más parecido eran los barcos… gracia a ellos se tenían noticias de lo que ocurría por ahí y los primeros en recibirlas eran las personas que estaban en los puertos. Y esas noticias no eran virtuales sino que llegaban con las personas y claro, las junteras no eran unos postcast, sino que me junto contigo y me lo cuentas, tú me tocas un tambor y yo te toco la vihuela, y se lía…


Y llega la fusión y Monk fusiona el jazz con ritmos latinos…

Es que eso está desde el comienzo. Hace poco leía en el Faustino Núñez que los primeros esclavos de Nueva Orleans no provenían de África sino de la Habana… Ahí lo tienes. Desde el principio fue así. Jelly Roll Morton, que fue un pianista primigenio que se auto proclamó el inventor del Jazz, así por la cara… Y el tío era muy bueno, sí y dijo que el Jazz lo había inventado él… y una de las cosas en las que ponía el acento era que para que le sonase auténtico había que poner un tinte español y eso está ahí. Con lo que no es tan raro…

Tumbando a Monk

En vuestro segundo álbum también aparece el flamenco…

…Claro, es una forma de decir que todo el mismo, un idioma en el que todo el mundo se puede entender porque no están tan lejos. Han surgido de forma natural porque la formación de todos los componentes del grupo incluye el Jazz pero también el flamenco, el carnaval y músicas latinas…

 

¿El carnaval también?

El Carnaval más que nada como lugar de enunciación… no es que hagamos cuplés o pasodobles pero la actitud del Carnaval está presente… la actitud golfa, no de la comparsa de purpurina…

 

¿El grupo se formó en 2011?

Sí, fue un poco sin querer… nos juntamos en Cádiz gente que quería tocar y no había muchos grupos. Realizábamos sesiones para tocar y en una de ellas tocando algún tema de Monk dijimos esto siempre es sugerente y si nos ponemos a hacer arreglos en clave latina molaría. Y con esa excusa comenzamos…

 

La evolución de su grupo, aparte de las fusiones, vemos que en el último trabajo hay más improvisación, aunque no sé si llamarlo así…

Sí, hay más apertura porque es algo que ha ido surgiendo de los conciertos. Todos tenemos, unos más que otros, una cojera o una tendencia a esa parte que yo le llamo violenta del Jazz. Digo violenta porque es una especie de sustitución de un grupo terrorista que es lo que se hace desde el free jazz... es decir, se pone mucho el acento en la improvisación libre donde la forma no es tan importante como el propio sonido y la interacción entre los músicos.

 

¿Cómo os sentís más a gusto, sobre un escenario o en el estudio?

En un escenario siempre… somos un grupo de directos. El otro día tocamos en Córdoba y la cosa terminó con una conga (risas). Es una maravilla ver que algo supuestamente elitista, que sí tiene mucha tralla intelectual, pero al darle un tratamiento en el que el cuerpo está presente pues la gente acaba bailando y eso es maravilloso.

 

A eso me refería con la pregunta sobre el elitismo en el Jazz, es decir, vas a un concierto de Jazz y acabas bailando la conga, con lo que te rompe todos los esquemas…

Sí, de hecho una chica del público nos dijo que era su primer concierto de Jazz y que iba a ir a más. Claro, le dije que no suelen ser así . Hay que reconocer que en muchas ocasiones son un muermo y no pasa nada por decirlo. A mí me encantan por deformación profesional. Escucho los acordes del pianista y me encantan, pero reconozco que exige unos conocimientos para poder disfrutarlos. Y hay gente que incluso aburriéndose paga la entrada porque ya te digo, no deja de ser a veces una forma de distinción. Eso sí, no estamos solos, hay más gente que cojea de esa lado igual que nosotros, de saber que el cuerpo está presente y que no hay que pensar tanto…

 

Si te pregunto por la salud del Jazz en Andalucía…

Yo te diría que está súper-sanote. No paran de salir grupos jóvenes haciendo proyectos serios, con sus composiciones. De hecho hay dos grados superiores de Conservatorio en Málaga y en Sevilla, y en Almería está Clasijazz que no para de hacer cosas. Y habiendo gente hay futuro. Lo que está claro es que hay muchísima más oferta que demanda, y esto no deja de ser, como todo arte, si no hay sitio para tocar o los sueldos son precarios, pues todo se complica. Pero hay futuro porque hay gente empujando y que hemos sucumbido al engaño de que esto es por amor (risas). Lo del dinero se queda en otro lado, pero luego viene el casero y te dice que tu amor es muy bonito pero con un solo no le pago. Yo tuve un casero en Málaga que vio los póster y el teclado y me dijo ¿tú qué eres, músico? Y que le encantaba la música. Le dije que le hacía un concierto al mes para él solo y te cobro por el bolo lo que me cobras por el alquiler. Y me mandó a la mierda, pero lo intenté y eso que el concierto iba a ser a la carta.

Tumbando a Monk

Te tengo que preguntar por Tito Alcedo y Nono García…

Hombre, maestros. Qué te voy a contar. He coincidido con Tito en varias ocasiones pero bueno tengo más ganas de tocar con él porque he tocado poco para todo lo que significa para mí. Cada vez que iba verlo, cuando yo estaba empezando, era un bastinazo… ambos forman parte de la orquesta sinfónica de Barbate… Con Nono también he coincidido varias veces. Ahora son pareja de hecho aunque tengan los bienes separados. Son precursores, son los gestores de un sonido peculiar que tiene que ver con lo hablábamos al principio, que es mirar a América desde el norte hasta el sur, pero todo termina en Cádiz.

 

Para terminar una pregunta un poco extraña. Si Thelonious Monk pudiera escuchar sus versiones de sus temas, ¿qué crees que diría sobre ellas?

El hombre estaba un poco loquito pero quiero pensar que nos daría un aprobado porque está tratado con mucho respeto y mantiene esa travesura, ese golferío, ese humor… La música de Monk a mí muchas veces me ha hecho reír, algo que no es normal y dice mucho de él… ¿dónde me está tocando este tío que es que me estoy riendo? Y eso está presente en el grupo.

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