Aunque la mayoría de los gaditanos ha adelantado sus compras para evitar sorpresas con los precios, hoy, 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, el Mercado de Abastos de Cádiz se llena de actividad. Como cada año, los rezagados dejan para última hora la compra de los productos estrella de las fiestas: el marisco y la carne.
“Me queda solo el marisco”, dice una gaditana mientras busca entre los mostradores lo mejor para la mesa. “La carnecita, lo fresco”, añade otra mujer, recorriendo los puestos con la vista fija en los cortes más atractivos.
La previsión ha sido clave este año para muchos, no solo para evitar la subida de precios de última hora, sino también para asegurar el producto deseado. “Yo previsora siempre. El cordero lo compré hace un mes y lo congelé”, comenta una clienta. Otra explica los beneficios de organizarse: “Si compras con tiempo, te puedes ahorrar hasta 100 euros, y ese dinero lo inviertes en regalitos”. Según algunos clientes habituales, el margen de ahorro ronda entre 30 y 40 euros en función de los productos.
"Todo está subiendo progresivamente, céntimo a céntimo, para que no nos demos cuenta, pero cuesta más llenar la cesta", se queja una clienta. Otra añade: "El Gobierno dice que todo va bien, pero nosotros cada vez gastamos más. Mejor ni mirar cuánto se gasta en Navidad, y eso que no llevo marisco, que es lo más caro. ¿Pero a quién no le gusta darse un caprichito?"
Sin embargo, para quienes apuestan por las compras de última hora, los tenderos insisten en que no todo son desventajas. En algunos casos, es posible encontrar auténticas gangas en los últimos días. “Las huevas hace dos semanas estaban a 30 euros el kilo y ahora están a 20. Igual pasa con las langostas, que han bajado de 24 a 10 euros”, señala un pescadero, mientras trata de atraer a los indecisos: “Con la carne y el pescado fresco, en los últimos días consigues más calidad y mejor precio”.
Por suerte, para ellos, “siempre hay alguien que viene el 24 a por lo que se le olvidó el día antes”, comenta un carnicero. “Lo que más buscan son avíos para potajes, mejillones y algún marisco”, asegura otro. Y no es para menos: “El mejillón sigue siendo un plato estrella; está a 4 euros el kilo, y si compras dos kilos, te sale a 7”, dice un vendedor.
Pero, más allá del marisco y la carne, si hay algo que en las mesas navideñas gaditanas nunca puede faltar, es el puchero. “El puchero, eso no falta, eso es seguro”, asegura un frutero. Y una clienta lo confirma: “Calentito, con una yemita”.
El jamón es otro de los imprescindibles para muchos. “Nos gusta mucho, así que compramos uno un poco mejor”, comenta una señora. También, los canapés, el pastel de cabracho, las gambas, los langostinos, el embutido ibérico, los turrones y, por supuesto, los polvorones. “En Navidad eso es sagrado”, asegura un hombre.
Sin embargo, no todos apuestan por los banquetes contundentes. Hay quienes prefieren mantener un menú más ligero para evitar los excesos. “Verduras, principalmente verduras”, comenta un hombre mientras escoge productos más livianos, mientras una señora responde entre risas: “Ya lo quemaremos en enero”.
Y es que, como cada Navidad, las cenas suelen terminar siendo un verdadero festín. “Al día siguiente, todo el mundo ronco. Y luego, para el 25, todos venimos a comer, pero aparecen tres nada más; la juventud durmiendo”, bromea una mujer, recordando las tradiciones familiares. Escenas que entre platos repletos y brindis, nunca faltan.