Hasta este lunes, el Tribunal Constitucional solo había celebrado dos plenos jurisdiccionales extraordinarios fuera de la sede oficial del órgano en Madrid durante sus 45 años de vida. El tercero ha tenido lugar en el Oratorio de San Felipe Neri. “Esto es Cádiz y aquí hay que... ser constitucionalista”, bromeó el consejero de Justicia de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, en doble referencia al tópico carnavalero y el legado del Doce durante su intervención en el acto institucional celebrado tras la reunión. El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, confirmó que, “dado que la Constitución es la razón de ser de nuestra institución, no había mejor lugar para celebrar este acontecimiento que Cádiz, porque la ciudad de Cádiz es la ciudad del constitucionalismo español”, donde “un 19 de marzo de 1812, las Cortes de Cádiz aprobaron precisamente aquí, en este imponente oratorio de San Felipe Neri, la primera Constitución propiamente española, conocida cariñosamente como La Pepa, y la tercera del mundo”.
Conde-Pumpido valoró que “los principios fundamentales para nuestra democracia”, la soberanía nacional, la independencia judicial, la fundación del Tribunal Supremo, la separación de poderes y la garantía de los derechos y las libertades individuales, son las señas de identidad de aquel fugaz texto, y claves en la Carta Magna de 1978, cuya vigencia defendió después de casi 45 años y “derrotar los tres principales enemigos de una sociedad democrática”, el golpe militar de 1981, el terrorismo de ETA y “un intento de secesión del territorio español que se produjo en octubre de 2017”, gracias al artículo 155, “que algunos decían que no iba a servir para nada”.
El consejero de Justicia se refirió precisamente al desafío independentista, al agradecer el papel del Tribunal Constitucional “para la preservación de la unidad de España”. José Antonio Nieto aprovechó para renovar el compromiso de lealtad con los valores constitucionales de 1812 y 1978 “a pesar del lastre de los populismos, la polarización y el sectarismo”.
El alcalde, Bruno García, consideró al respecto que es necesario que el texto constitucional vigente sea “abrazado por los jóvenes, porque ahí está nuestro mejor presente y futuro”, y finalizó leyendo el artículo 13 de la Constitución de 1812, sobre la felicidad de la Nación como objeto del Gobierno, de un ejemplar que regaló a Conde-Pumpido.
