El dato supera al dado el martes por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que cifró en 500.000 los niños que afrontan “un inminente riesgo de muerte” en Somalia.
La ONU declaró el miércoles la situación de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, Bakool y Bajo Shabele, una circunstancia que no se daba en este país desde 1992.
Naciones Unidas ha insistido en las últimas horas en que estamos ante la “peor crisis alimentaria” de los últimos años y ha redoblado sus esfuerzos para que la comunidad internacional aporte los recursos financieros necesarios para hacerle frente.
La organización internacional, por último, solicitó a sus miembros 1.900 millones de dólares para ayudar a Etiopía, Kenia y Somalia, pero de esa cantidad solo se ha financiado hasta la fecha menos de la mitad de la misma.