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Frustración por la falta del jefe militar en el juicio de Mubarak

Una veintena de familiares de las víctimas pide la pena de muerte para el exmandatario egipcio.

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  • Abogados protestan. -
Las expectativas de la opinión pública egipcia porque el jefe de la junta militar que gobierna Egipto, mariscal Husein Tantaui, testificara este domingo en el juicio del exmandatario Hosni Mubarak se vieron frustradas por su negativa a presentarse.

La comparecencia de Tantaui como testigo estaba prevista en la quinta sesión del juicio que se celebró este domingo y que se aplazó hasta el 24 de septiembre, después de que el mariscal se excusara en una carta mandada al presidente del tribunal, Ahmed Rifaat, por “las condiciones de seguridad por las que pasa el país”.


Mientras la sesión, que duró dos horas, se celebraba en una sala habilitada en la Academia de Policía de El Cairo, fuera los ánimos estaban caldeados por las restricciones que las autoridades impusieron a los abogados de la acusación para entrar.

Además, decenas de familiares de las víctimas de la revolución, apoyados por los letrados que se quedaron fuera, corearon consignas como “Teatro, teatro, el proceso es un teatro” o “Tantaui toma tu decisión antes de que termines como Mubarak”.

A la vista, a puerta cerrada, asistieron el propio Mubarak, el exministro del Interior Habib al Adli y seis de sus asesores; todos ellos acusados de ordenar la muerte de manifestantes en las protestas que precedieron a la caída del antiguo régimen el pasado 11 de febrero.

Uno de los pocos letrados de la acusación que estuvo presente en la audiencia, Asem Qandil, dijo a su salida que la ley egipcia no obliga a los militares a comparecer como testigos ante los tribunales civiles, pero sí que manden sus testimonios por escrito, si es así requerido. En opinión de Qandil, lo único que puede hacer la corte penal es repetir las convocatorias hasta que el testigo militar comparezca o adoptar los pasos para que un tribunal castrense tome medidas.

Entretanto, unos cuarenta abogados de la acusación denunciaron que las fuerzas de seguridad no les dejaron acceder a la sala, donde se desarrolló el juicio, porque les pidieron un permiso especial del Ministerio de Justicia.

“No estamos ante una revolución, estamos ante un golpe de Estado en el que el Ejército ha tomado el poder”, aseguró Ehab Hegazi, uno de los abogados, durante una breve alocución ante sus colegas fuera de la sala del juicio.

Otro de los letrados de la acusación, Ramadán Fath Alá, señaló que la prohibición de la entrada a “gran parte” de los abogados de las víctimas constituye “una violación del derecho a la defensa”.

“Soy el representante de los familiares, tengo preguntas que hacer a Tantaui y no es legal que impidan mi entrada”, agregó.

En la entrada principal de la Academia de la Policía, se concentró también una veintena de parientes de las víctimas, que levantaron fotos de los muertos y gritaron lemas en los que pidieron la pena de muerte para Mubarak y sus ayudantes.

Mohamed Yusuf, hermano de una de las víctimas, indicó que vino para pedir una indemnización por el asesinato de su hermano Mustafa por los disparos de la policía en las protestas multitudinarias del 28 de enero. “Mi madre murió de pena cuarenta días después del asesinato de Mustafa”, destacó.

Un informe de varios juristas, entregado en abril a la Fiscalía General de Egipto, elevó a al menos 846 la cifra de manifestantes muertos y 6.467 la de heridos durante la revolución egipcia.

En paralelo, otras veinte personas, bajo gran protección policial, se manifestaron en la entrada de la Academia de la Policía para condenar el juicio contra el expresidente.

En la cuarta audiencia, el miércoles, el proceso adquirió nueva dimensión después de que el tribunal citara como testigo a Tantaui y al jefe del Estado Mayor, Sami Anan, cuya comparecencia, prevista para este lunes, ha sido aplazada hasta el día 25.

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