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Turismo y Trabajo Social ya trabajan en su último curso

La voluntad de la Universidad de Cádiz es nula con la escuela. El olvido de los estudios en la ciudad va de la mano de la supresión del Vicerrectorado

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La Escuela de Turismo y Trabajo Social de Algeciras ya ha puesto en marcha el que será el último curso del centro, abocado a la desaparición en el municipio.

Mientras el rector, Eduardo González Mazo, celebraba ayer en Cádiz el acto de Apertura del Curso Académico, la escuela algecireña arranca la celebración de las que serán las últimas clases de estas disciplinas en la localidad.

Desde la llegada del nuevo rector al cargo, cuya entrada vino de la mano de la supresión del Vicerrectorado del Campus de la Bahía de Algeciras, no se ha llevado a cabo ninguna actuación que pueda salvaguardar los estudios en el Campo de Gibraltar.

Por contraposición, a la centralización de la Universidad y la pérdida de fuerza del campus, su pronunciamiento sobre la desaparición de la escuela se limitó a promesas de que se iba a retomar a corto y largo plazo el tema, pero de forma difusa.

Unos setenta matriculados entre ambas titulaciones ya han iniciado un curso en el que apuran sus opciones de finalizar su carrera y evitar problemas posteriores con el centro cerrado.

Además, la pasada semana ya se formalizaron los despidos de trabajadores y docentes del centro, con lo que once profesores ya han finalizado sus contratos, quedando sólo unos cinco en el centro.

Tras la implantación de los nuevos grados, y ante la negativa de las administraciones responsables de los centros adscritos de asumir los nuevos estudios, la UCA sí salvó durante la gestión del Vicerrectorado los estudios de Derecho, Empresariales y Relaciones Laborales.

Sin embargo, el nuevo rector no mueve ficha ante la situación agónica de Turismo y Trabajo Social, grados que sí se asumieron sin embargo hace años en Jerez.

El delegado de Universidad de CCOO, José Luis Díaz, entiende que “sí que se debería haber mantenido o, por lo menos, que no se perdiera la actividad académica o docente del centro, de tal manera que pudiera ir formándose al profesorado.

Así, si los grados no se ponen en marcha, por lo menos se mantiene la actividad docente, con profesional ocupacional y ciclos formativos relacionados con las dos carreras para que, pasado un tiempo, no hubiera problema para poner en marcha los títulos. El problema es que no hay ningún compromiso de hacerlo”.

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