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Cuando las barbas de tu vecino...

Artículo de Antonio Maldonado.

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Miedo me da lo que puede pasar en Portugal. Cuando los políticos de nuestro maravilloso país vecino se les ocurre como uno de los remedios para la situación económica del país el eliminar de un plumazo las pagas extraordinarias de julio y Navidad de los funcionarios y de los pensionistas que cobren más de 1.000 euros, no me cabe ninguna duda que, si no dan marcha atrás con esta aberrante medida, pueden saltar chispas en el vecino país.

Están tomando las cosas un cariz –y me remito a lo acontecido el pasado sábado día 15- que me da auténtico pánico. Cuando a los políticos de turno del país vecino no se les ha ocurrido, antes de tomar tan trágicas medidas, el publicar a bombo y platillo que se van a reducir los sueldos hasta, como máximo, 1.000 euros, vergüenza les debía de dar de dejar a pensionistas, por ejemplo, que con sus 1.000 euros de pensión, esperan como agua de mayo las paguitas extraordinarias de julio y Navidad para tapar los agujeros que van dejando mes a mes con sus ridículos sueldos, sin esos dos complementos extraordinarios que alivian, en parte, la economía de trabajadores que han dejado su vida para tener el día de mañana una pensión de subsistencia.

¡Que tengan cuidado!, porque la indignación que se mostró en la calle el 15-M, que en su momento se tomaban a broma algunos, se está extendiendo de manera exponencial, y no son como dicen algunos un grupo de “perro-flautas”, sino un montón de personas de todas las edades que cada vez están más cabreadas cuando ven que se dan millones de euros a bancos y cajas de ahorro, que los políticos se auto adjudican por la cara sueldos millonarios, que los sindicatos se lo llevan calentito, que se regalan subvenciones de miles y miles de euros para que un grupo de elementos, por ejemplo, elabore un mapa de inervación y excitación sexual en clítores y labios menores.

 Por eso, miedo me da porque la paciencia tiene un límite, y ese límite de la paciencia de los ciudadanos del mundo está muy próximo. Y si esta barbaridad se ha hecho con funcionarios y pensionistas en Portugal…¿Qué nos puede esperar a nosotros que estamos unidos por 1.292 kilómetros de nuestro cuerpo con el país vecino?... Por eso, cuando las barbas de tu vecino...

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