Fue en junio de 2010 cuando, Iñaki Urdangarín acompañaba a su esposa, con la excusa de la vertiente social del negocio de Banca Cívica en EEUU, a la inauguración de la sede en Washington en el corazón financiero de la ciudad. Y la inauguración se hizo sin licencia y, según revela El Confidencial, aun continúa así, puesto que la Reserva Federal americana aún no ha concedido a la entidad la licencia para operar en EEUU.
Aunque la idea inicial era la obtención de la licencia a principios de año, lo cierto es que la incorporación de Cajasol a Banca Cívica, con Antonio Pulido al frente, que ya formaban Caja de Navarra, Caja Burgos y Caja Canarias, ha retrasado el permiso hasta el punto de que los 560 metros cuadrados de la flamente sede siguen sin operar, a pesar de que se contemplaba una plantilla de 20 personas para captar un mercado de unos 300.000 clientes
La nueva sede de Banca Cívica era el primer acto de los duques de Lugo en Estados Unidos desde que se instalaron en el país e Iñaki Urdangarín asumía sus cargos como consejero de Telefónica Latinoamérica y representante de la multinacional española en EEUU. Según diversas informaciones periodísticas, el propio monarca español tenía indicios en alquellas fechas de algunos de las irregularidades en las que podría estar inmerso su yerno.
La oficina está situada en el 1.775 de la Avenida Pensilvania, a escasos 400 metros de la Casa Blanca, frente al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, 860 metros cuadrados de megalomanía que se asimilan al rascacielos que se edifica en Sevilla, la Torre Pelli, cuestionado por la Unesco, de 178 metros de altura y una inversión que supera los 300 millones.
