Ubaldo Cuadrado Martínez
Un Bachillerato de tres años
Todos los gobiernos de España desde Carlos III quieren marcar su mandato con una reforma de la enseñanza. El de Rajoy no podía ser menos. Ya se ha anunciado ampliar el Bachillerato de dos a tres años, lo que nos sacaría de la bolsa de países del Tercer Mundo que tienen dos cursos. Le veo una ventaja, de inmediato quitamos del desempleo efectivo a trescientas mil personas que seguirían calentando bancas en los Institutos. No se darían de baja de las oficinas del Servicio Andaluz del Empleo. Como es gratis y a lo único que te obliga es ir a firmar cada cierto tiempo y encima puede servir de algo.
Las razones que da la administración para un Bachillerato de tres años resultan un poco edulcoradas. Reducir las elevadas tasas de abandono, elevar la tasa de graduación en Educación Secundaria y proporcionar que los jóvenes sigan estudiando. De las tres, la única que se va a cumplir es la última, por una razón obvia es la única forma de titularse en Bachillerato. Pero las razones objetivas para el abandono escolar y la baja tasa de graduación continúan existiendo como son: La falta de expectativas laborales y el fracaso académico.
Más aceptación, según la Confederación de AMPA´s, tiene la medida incluida en el programa electoral de establecer asignaturas comunes en todas las autonomías. Con ello, el ministro de Educación pretende garantizar una formación básica en todas las etapas educativas, con independencia de la comunidad autónoma en la que los alumnos residan. Esto supondría un avance en la igualdad de oportunidades de los estudiantes al robustecer los pilares básicos de la formación y facilitar el cambio de centro de una autonomía a otra.
Otro de los cambios que respalda casi la mitad de la población es la eliminación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, esa especie de Formación del Espíritu Nacional que se encuentra tan denostada y desprestigiada. El profesorado se ha pronunciado en todas las ocasiones que ha podido por su desaparición de los planes de estudio. Se le sustituiría por una materia en donde se enseñen se conozcan los derechos humanos y los contenidos constitucionales.
La potenciación de la Formación Profesional ampliando sus contenidos prácticos y buscando compatibilizar el trabajo con la formación en las aulas y talleres de los centros, es otro de los objetivos propuestos en esta reforma junto con la potenciación de las matemáticas y la lengua.
Hasta pronto gadiritanos. ubaldox@hotmail.com
