La demanda supera a las posibilidades de ofrecer alimentos y otros recursos de primera necesidad en Cáritas Diocesana. Así lo asegura el director en Jaén, Rafael López-Sidro, cuando recuerda que “las peticiones de alimentos crecen cada día, van en aumento”.
Tal es así, que la ONG ha procedido a la apertura de su Banco de Alimentos dos días a la semana, en lugar de uno. Es el primer verano que tienen que recurrir a esta acción para saciar las necesidades alimenticias de miles de personas en la capital.
Durante los meses de julio y agosto, el Banco de Alimentos de Cáritas abre los martes y miércoles. Hasta él llegan miles de personas para pedir alimentos. Ya no responden a un perfil concreto, sino que éste se ha generalizado, siendo numerosas las familias de clase media en el que todos o la mayoría de sus miembros se han quedado sin trabajo.
“Cáritas no se va de vacaciones este año. Hemos recibido una nueva dotación de alimentos de la Unión Europea y hay que entregarlos”, asegura. Sin embargo, ésta ha sido menor a la de otros años en el mismo período. Según Rafael López-Sidro se ha recibido un tercio de la cantidad acumulada otros años.
Se remite a las cifras. En 2011 recibieron 360.000 kilos de alimentos, mientras que este año han sido 117.000 kilos.
De esta forma, Rafael López-Sidro es consciente de que tendrán que asumir “gastos adicionales” para afrontar las necesidades de los jienenses. Y es que la demanda aumenta y los recursos son menos y cada vez escasean más.
En el primer semestre del año se ha incrementado un 30% el número de bolsas de alimentos entregados en el recurso de Cáritas Diocesana. Igualmente, las atenciones en el comedor de la parroquia de San Roque han pasado de 80 personas a las más de 120 diarias.
El recorte de la prestación a los desempleados, asegura, “va a agravar aún más la situación.