El Gobierno de Siria ha afirmado que los puntos de referencia del enviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe al país, Lajdar Brahimi, han de ser el plan de seis puntos propuesto por su predecesor, Kofi Annan, y el documento final de la cumbre mantenida por el Grupo de Acción sobre Siria en Ginebra, aunque ha matizado que "cualquier otro punto podría ser discutido de forma que sea aceptable y apoye la estabilidad en Siria". Además, ha destacado que "los intereses de Damasco se centran en el éxito de la misión de Brahimi".
En una entrevista concedida a la cadena de televisión libanesa Al Mayadin, el portavoz del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad Makdessi, ha subrayado que "el camino hacia el fin de la crisis es bien conocido, e implica el fin de la violencia por todas las partes y el inicio de un proceso político encabezado por los sirios".
En este sentido, ha valorado que la falta de acuerdos en la comunidad internacional "es la causa del fracaso de cualquier misión", al tiempo que ha indicado que "los países occidentales no pueden jugar el papel de bombero y expresar su preocupación por los sirios mientras siguen trabajando con países vecinos para entregar armas y proteger, entrenar y enviar militantes a Siria".
Respecto a la misión diplomática encabezada por Brahimi, Makdessi ha expresado un moderado optimismo y ha manifestado que Damasco "le facilitará todo lo que necesite para asegurar el éxito (del proceso)", aunque ha matizado que "esto requiere que Brahimi visite los países que protegen, entrenan y financian a los insurgentes para que cesen estas acciones y que pida a la oposición que inicie un diálogo sin condiciones previas".
"Algunos países que no desean el bien a Siria ni el fin de la crisis están trabajando para minar el camino de Brahimi intentando cambiar sus referencias sin el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", ha recalcado. Así, ha destacado que el Ejecutivo ruso ha reiterado la importancia de la cumbre de Ginebra para bloquear estos intentos.
La reunión del Grupo de Acción sobre Siria en Ginebra concluyó con un acuerdo sobre la necesidad de la formación de un gobierno de unidad nacional con poderes ejecutivos completos para superar la actual crisis. El acuerdo alcanzado apela a que las partes en conflicto para que nombren a unos interlocutores que negocien la formación del nuevo gobierno de unidad nacional sirio, que debe incluir tanto a miembros de la oposición como a representantes del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.
El nuevo plan de paz, que deberá ser aceptado por consentimiento mutuo por las partes, insta además a realizar una reforma de la Constitución siria y a celebrar unas elecciones libres y limpias. El documento suscrito por las partes pide "la creación de un organismo de gobierno de transición que pueda crear un ambiente neutral", un gobierno formado sobre la base del consentimiento mutuo, "con plenos poderes ejecutivos" y que "puede incluir a miembros del actual Gobierno y de la oposición y a otros grupos".
OTROS ACTORES INTERNACIONALES
Por otra parte, Makdessi ha dicho que el papel de la Liga Árabe "no puede ser positivo, ya que fue la que retiró su misión de observación en cuanto esta habló de las acciones de los grupos armados y la que acudió al Consejo de Seguridad sin justificación".
A pesar de la importancia otorgada a la misión, el informe final de la misma, que denunció actos de violencia por parte de las fuerzas gubernamentales y de los grupos armados rebeldes, no contó con demasiada repercusión en la comunidad internacional. Posteriormente, la organización suspendió la membresía de Siria --una decisión que requiere unanimidad-- a pesar de los votos en contra de Líbano, Yemen y Siria y de la abstención de Irak.
Además, Makdessi ha aclarado que en ningún momento ha existido una 'iniciativa egipcia' para alcanzar el fin del conflicto, aunque ha reconocido que hubo conversaciones en este sentido. Sin embargo, ha subrayado que el discurso del presidente egipcio, Mohamed Mursi, durante la cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Teherán, en el que defendió la "obligación moral" de apoyar al pueblo sirio en su "revolución" contra un "régimen opresivo", han acabado con toda posibilidad de acuerdo.
Makdissi ha asegurado además que Damasco ha abierto sus puertas a la ayuda internacional y que está preparado para cooperar con las organizaciones internacionales que deseen entregar ayuda sin vincular la misma a una agenda política, según ha recogido la agencia estatal siria, SANA.
Por último, ha afirmado que cualquier intento de imponer un bloqueo sobre parte o la totalidad del territorio supondría una violación de la soberanía del país, al tiempo que ha garantizado que la misma será defendida, una tarea para la que "el Ejército sirio está preparado".
"En Siria estamos en un estado de autodefensa, no en un estado de ataque, y estamos luchando una guerra de guerrillas contra militantes. Nuestra batalla es la de la preparación hasta que la comunidad internacional materialice la palabra 'resolución' en vistas a convencer a los que poseen armas que las dejen, ya que ese camino no lleva a ninguna parte", ha apostillado Makdissi.