El Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han arrancado a primera hora de este sábado la segunda y última jornada de la cumbre con un desayuno con los presidentes centroamericanos asistentes a la cita, un encuentro que siempre se celebra con motivo de las Cumbres Iberoamericanas.
Don Juan Carlos ha entrado a las 8,45 horas en la sala del Palacio de Congresos de Cádiz habilitada para el encuentro caminando sin muletas, pero apoyándose, según avanzaba, en Rajoy y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
Don Juan Carlos, que este viernes por primera vez en meses, volvió a aparecer públicamente acompañado de unas muletas, anunció por sorpresa en la cena ofrecida a los líderes iberoamericanos que volvería a pasar por el quirófano la semana próxima, esta vez para operarse la cadera izquierda, siete meses después de que le reconstruyeran con una prótesis la cadera derecha que se fracturó en su caída en Botsuana.
Al término del desayuno, que se ha prolongado por espacio de más de una hora, el Rey ha salido de la sala caminando, esta vez sí, con la ayuda de dos muletas.
Al desayuno han asistido los presidentes de Costa Rica, Laura Chinchilla; El Salvador, Mauricio Funes; Honduras, Porfirio Lobo; y Panamá, Ricardo Martinelli. Faltaron los líderes de Guatemala, Otto Pérez-Molina, y Nicaragua, Daniel Ortega, que no han viajado a Cádiz.
Pérez-Molina excusó hace días su asistencia por el terremoto que recientemente afectó a su país, mientras que Ortega, con cuya presencia contaba el Gobierno español, anfitrión de la cita, anunció de forma sorpresiva el jueves por la noche que cancelaba su viaje a Cádiz "por razones de fuerza mayor".
El Ejecutivo español daba por garantizada su presencia tras el viaje que el Príncipe de Asturias efectuó a Nicaragua en enero pasado.