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Empleado del empresario asesinado en Marbella dice que aceptó colaborar en el secuestro por dinero

Otro acusado responsabiliza al trabajador procesado de planear el rapto y asegura que no había intención de hacer daño a la víctima

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Un empleado del empresario de Marbella (Málaga) Fernando Moreno, secuestrado y hallado muerto en 2009, ha declarado que aceptó colaborar en el rapto de éste --por lo que está acusado-- por dinero; aunque ha dicho que su participación fue conseguir una furgoneta y ratificar informaciones que ya tenían los secuestradores. Por contra, otro procesado ha responsabilizado al anterior de planear el rapto y ha apuntado que no tenían intención de hacer daño a la víctima.

   El juicio contra seis hombres acusados de los delitos de secuestro y asesinato ha comenzado este martes en la Sección Novena de la Audiencia de Málaga a pesar de que las defensas han solicitado que la sesión se suspendiera debido a problemas en la instrucción. La Fiscalía pide 30 años de prisión, misma pena que solicitan las dos acusaciones particulares personadas en esta causa, en representación de la víctima y familiares.

   El empleado del fallecido, primer acusado en declarar, ha explicado que uno de los acusados le propuso antes de Navidad el participar en un secuestro, a lo que inicialmente se negó porque la idea era llevarlo a cabo en el domicilio de la víctima. Se decidió a participar cuando "me dejaron las cosas más claras y me dijeron que era un secuestro exprés y que no iba a haber problemas", además de que él no iba a participar.

   Ha señalado que su colaboración se limitó a conseguir una furgoneta y a confirmar informaciones que los otros "ya tenían"; por lo que cobró 100.000 euros y que iban a pedir en total entre un millón y un millón y medio. Ha dicho que se reunió con el acusado con el que tenía más contacto y con otros. Ha apuntado que no le consta que hubiera un jefe de grupo y que le dijeron que habían venido algunos de Madrid, especialistas en este tipo de secuestros, pero no los ha podido identificar en la sala.

   El acusado ha asegurado que desde que entregó el vehículo no tuvo contacto con ellos hasta el secuestro, día que él estaba en Algeciras (Cádiz), ha apuntado. Supo lo ocurrido, según su relato, al volver, y ha reconocido que llamó al acusado con el que tenía contacto para decirle qué había pasado y si habían dicho a la familia dónde estaba retenido el hombre. "Jamás" pensó que podía pasar lo que finalmente ocurrió.

   El segundo acusado en declarar ha dicho, por contra, que fue el empleado el que le propuso llevar a cabo un secuestro exprés "como algo maravilloso, lo más fácil del mundo, que no iba a haber ningún tipo de complicaciones e iba a ser coser y cantar". Ha asegurado que el anterior procesado fue el que facilitó toda la información y todo el plan se realizó conforme a lo que aquel decía; mientras que su papel fue sólo realizar las llamadas al hijo de la víctima.

   Al respecto, ha señalado que no sabe quién cogió ni amordazó a la víctima y que era una situación que no tenía que superar unas horas, porque no había medios ni preparación para alargarlo. Además, ha declarado que participó por necesidades económicas y que "nunca" pensó que el rapto pudiera terminar con la muerte de la víctima, porque no tenían intención de hacer daño al empresario, a cuya familia ha pedido perdón.

   El juicio ha continuado, incluso por la tarde, con la declaración de otros acusados, y está previsto que siga esta semana y los días sucesivos que sean necesarios. Varios de los procesados están en prisión provisional, aunque el plazo máximo de cuatro años previsto en la ley cumple a finales de este mes de enero.

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