El calendario de huelga en el sector sanitario público andaluz comenzaba este lunes en varios centros de la comunidad, pero no será hasta el jueves cuando el paro convocado por el Sindicato Médico comience en la provincia onubense.
Los primeros centros llamados a la huelga son el hospital Infanta Elena y los centros de Atención Primaria de su área de influencia, esto es, los del Condado y la Costa Occidental.
Además de este jueves 24 de enero, el Infanta Elena está llamado de nuevo a la huelga los días 11 de marzo y 29 de abril.
Por su parte, la primera jornada de huelga convocada en el hospital Juan Ramón Jiménez y su área de Primaria será el 7 de febrero, paro que se repetirá el 1 de abril y el 14 de mayo. Mientras, el hospital de Riotinto y el Área Sanitaria Norte están llamados a la huelga el 21 de febrero, el 15 de abril y el 28 de mayo.
Según han explicado fuentes del Sindicato Médico de Huelva, el objetivo de hacer una convocatoria de huelga rotatoria es “incidir lo mínimo posible en la calidad de la asistencia a los pacientes, ya que cada centro hospitalario y demás centros asistenciales tendrán desde enero a junio tres únicos días de huelga”.
Asimismo, también se persigue “mantener viva durante este tiempo en la opinión pública la problemática creada por los recortes y da tiempo para que la ciudadanía tome conciencia de las condiciones reales de trabajo en que la mayoría de los profesionales han de realizar su labor”.
Escrito informativo
De éstas y otras cuestiones de da cuenta en un escrito que el Sindicato Médico está repartiendo entre los usuarios de la sanidad pública andaluza para explicar el porqué de este nuevo calendario de huelga.
Así, instan al ciudadano a que “no sólo se dirija a su médico para exigirle, sino que se interese por el porqué de las cosas, todo ello entendiendo y sabiendo que su médico, actualmente, no controla su agenda y, por tanto, no tiene ninguna potestad sobre las citas a pacientes”.
Del mismo modo, el Sindicato Médico confía en que la huelga “contribuya a que pacientes y médicos hagan causa común en la defensa de una asistencia pública de calidad y puedan entender mejor el funcionamiento y las limitaciones de sus sistema, así como a quién corresponden y de quién dependen los posibles déficit o malfuncionamientos del mismo”.
De otro lado, también enumeran las responsabilidades y no responsabilidades de los médicos. Entre las no responsabilidades, hacen referencia a “tener que atender a la vez su consulta y la de uno o varios compañeros”, o “la disminución del tiempo por paciente que suponen estos recortes”.
Por otra parte, el médico sí es responsable de “que a pesar de haber reducido a más del 30% de la plantilla un 25% de la jornada de trabajo y retribuciones, su esfuerzo haya hecho que hasta ahora los ciudadanos no hayan notado en su asistencia la realidad, a pesar de la desmotivación”.