El pleno de hermanos mayores aprobó este pasado viernes dos convenios de colaboración con el Ayuntamiento que. El primero de ellos -cuya vigencia expira en 2015- contempla, entre otras cosas, subvenciones anuales de 60.000 y 45.000 euros destinadas a contribuir con la acción social de las hermandades y la conservación de su patrimonio, respectivamente. El dinero será transferido al Consejo Local de la Unión de Hermandades, que deberá justificar adecuadamente los fines y objetivos cumplidos por cada corporación con los citados fondos.
De estas subvenciones podrán beneficiarse todas las corporaciones integradas en la Unión de Hermandades, con independencia de que sean de gloria o penitencia o de que realicen o no estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Este convenio cierra definitivamente el debate acerca del montaje de las estructuras de la Carrera Oficial, cuyo coste deberá ser asumido en exclusiva por las propias hermandades, tal y como ya ocurriera el año pasado. El Ayuntamiento, en este punto, sí se compromete a velar por la seguridad de las labores de montaje y desmontaje.
Con este primer convenio, el Ayuntamiento viene a reconocer de algún modo la implicación social de las hermandades en unos momentos especialmente complicados para muchas familias de la ciudad, contribuyendo económicamente a sufragar algunas de las iniciativas que se vienen emprendiendo en estos últimos años con las personas desfavorecidas.
Al mismo tiempo, se valora el esfuerzo que realizan estas corporaciones en lo que se refiere a conservación del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, ofreciendo esa subvención conjunta de 45.000 euros para el desarrollo de proyectos que caminen precisamente en esta dirección.
el museo de las cofradías
Con independencia de este acuerdo, Consistorio y Unión de Hermandades van a suscribir un segundo convenio -aprobado igualmente por el pleno- de carácter más genérico que entre otras cosas persigue rentabilizar desde el punto de vista cultural y turístico el patrimonio de las cofradías.
Ambas partes se comprometen a intentar conseguir el desarrollo e implantación del museo de hermandades y cofradías, un proyecto en el que ya venía trabajando el Consejo y que ahora asume también como propio el Ayuntamiento. El planteamiento que se hace es que la Administración local habilite un espacio para este museo, barajándose la posibilidad de que se reserve para este menester una zona de los Claustros de Santo Domingo, si bien este último extremo no está ni mucho menos claro.
Sea como fuere, una vez que el Consistorio habilite el espacio que considere oportuno, las hermandades quedan obligadas a ceder todo el patrimonio que les fuera requerido -a excepción hecha de las imágenes titulares expuestas al culto-. A cambio, las hermandades participarían en los beneficios que pudieran generarse con la venta de las entradas.
Antes incluso de que este proyecto se convierta en realidad, las cofradías estarán ya comprometidas a ceder su patrimonio para cuantas iniciativas culturales pretenda desarrollar el Ayuntamiento, fundamentalmente exposiciones de carácter temporal.
De manera paralela, el Consistorio se compromete a trabajar para ofrecer a las hermandades -en abril de 2015- una nave o “local amplio y en buen estado de conservación y uso” que pueda ser utilizado como almacén de parihuelas e incluso pasos procesionales de las cofradías jerezanas.
Por último, el Ayuntamiento contempla la cesión de equipamientos públicos para el desarrollo de iniciativas culturales o deportivas siempre y cuando sean compatibles con el desarrollo de sus propias actividades.