Posiblemente Antonio Hernández ande hoy por Madrid bajo un cielo gris, echando de menos los paisajes por donde jugó de niño, evocando el pueblo que, tal vez, nunca le entendió y del que se siente un exiliado. O quizás lo sea. Hernández sabe que no se prodiga en su pueblo pese los éxitos más o menos sonados que no para de obtener en su carrera literaria.
Ayer andaba por Sevilla, disfrutando de un día casi primaveral por el sol, pero con el frío aún invernal; en compañía de colegas escritores y posiblemente abrumado por tantas felicitaciones.
Para orgullo de su pueblo y de los suyos, o al menos así debería ser, estos días ha recibido el Premio Andaluz de las Letras, que concede la Asociación Colegial de Escritores de Andalucía. Si es cierto eso de que el mejor reconocimiento a alguien le puede venir de la mano de sus compañeros de profesión, enhorabuena Antonio, porque las letras hoy se reflejan en ti.
El premio, uno más, no lo despista de su obra vital: escribir como una obligación. Nueva York después de muerto es el nuevo libro en que el autor asegura alcanzar la arrogancia al permitirse la licencia de hablar ficticiamente con García Lorca y Rosales. Mientras tanto, incluso al medievo de Arcos ha llegado la feliz noticia del premio..., aunque seguro que Antonio ha dudado de la repercusión del galardón en la ciudad que lo vio nacer en 1943.
Las reacciones
El escritor y poeta arcense Pedro Sevilla, siempre atento a los acontecimientos culturales de su ciudad, envía su particular felicitación a Antonio Hernández: “Hasta Sevilla me llega la noticia del otorgamiento del Premio Andalucía de las Letras a nuestro paisano Antonio Hernández. Con Antonio compartimos la pasión por la poesía y una devoción, cada vez más auténtica, por nuestro común maestro Julio Mariscal. Gracias a Antonio Hernández, a las conferencias que organizaba con nuestro Ayuntamiento, hemos podido disfrutar en Arcos de la palabra y el conocimiento de muchos estudiosos de la obra de Julio Mariscal.
Antonio Hernández viene cultivando desde su juventud tanto la poesía como la novela y el ensayo. Una amplia obra literaria que ya le ha acarreado premios de ámbito nacional e internacional.
Desde nuestro periódico local, quiero darle mi sincera enhorabuena y enviarle un fuerte abrazo, en la espera de abrazarlo personalmente en su próxima visita a Arcos”.
Con el mismo ánimo de felicitar a Hernández, la también escritora y poeta Pepa Caro dedica unas palabras a Antonio Hernández: “El poeta arcense Antonio Hernández ha obtenido el Premio Andaluz de las Letras, galardón que concede la Asociación Colegial de Escritores y lo hacen por ser una de las voces más sólidas y templadas del último medio siglo, una voz matizada y versátil que ocupa su lugar por méritos propios dentro de la mejor poesía española del último medio siglo.
Como intelectual inquieto, ha cultivado la narrativa, el ensayo, el periodismo, pero es la poesía lo que engrandece su obra. Su primer libro, "El mar es una tarde con campanas" (1965), fue toda una revelación para los jóvenes poetas que tuvimos - entonces - la dicha de poder acceder a la obra de los poetas arcenses gracias ala librería que Manuel Pérez Gil, tenía en la calle Corredera, a donde cada tarde Pedro Sevilla, Cristóbal Romero y quien esto escribe, tomábamos café y celebrábamos cada libro de un poeta arcense, que como novedad, lucía en su escaparate.
Como arcense varado en la nostalgia, ha evocado su pueblo en múltiples ocasiones, cultivando la memoria de la infancia, la emoción de un adolescente rebelde e inconformista que sale de Arcos, buscando un espacio propicio para la creación y lo encuentra en Madrid, donde actualmente sigue residiendo, aunque siempre comprometido con su propia memoria sentimental de arcense.
Antonio Hernández es un poeta que atesora todo un lujo verbal en su poesía, precisa en cuanto a expresividad, y honda, como su mirada que espía los entresijos de la vida y la cuenta con inusitada belleza.
Recibió el premio Rafael Alberti por su libro El mundo entero en el año 2000, después de haber recibido entre otros, el Premio Nacional de la Crítica y el premio Andalucía por su novela Sangrefría.
Muy pronto, podremos leer su nuevo libro Nueva York después de muerto que le ha publicado la editorial Calambur.
¡Felicidades, Antonio!
La poesía sigue siendo una embajadora inusual, atípica, pero también un privilegio para este pueblo”, concluye Pepa Caro.
El alcalde pide a Hernández que siga siendo “embajador de Arcos”
El alcalde de Arcos, José Luis Núñez, también se ha sumado a las felicitaciones a Antonio Hernández, al que llamó cariñosamente Noni, su apodo arcense, para referirse a él como “un gran escritor que siempre tiene Arcos muy presente”. “Un premio que viene a engrosar su ya amplio currículum y trayectoria poética, lo que le mereció esa distinción de Hijo Predilecto de Arcos de la Frontera y que diera su nombre a la Casa de la Juventud de Arcos en tiempos de Pepe Oñate como delegado de Cultura”. José Luis Núñez se mostró muy contento con el premio de su paisano, y aprovechó para enviarle un afectuoso saludo desde este periódico, no sin pedirle que siga siendo “embajador” de Arcos allá donde vaya, ya sea para un recital poético, una conferencia o cualquier tipo de acto literario.
