La alcaldesa, María José García-Pelayo, y el obispo de la Diócesis, José Mazuelos, han visitado la iglesia de Santiago, para comprobar el grave estado de deterioro del edificio que está en riesgo de derrumbe, según el informe técnico. A la visita han asistido además miembros del Gobierno local y del Obispado.
En el acto, el obispo ha anunciado que “a partir de hoy asumimos la responsabilidad del templo y empezamos a buscar toda la financiación posible para poder acabar la obra” y ha añadido “el informe que tenemos es del arquitecto que llevaba la obra, lo presentamos a la delegada provincial de Cultura hace unos meses, explicándole que es urgente una intervención ya que la iglesia se cae cuando menos lo esperemos y que hay que concluir esas obras que no se concluyeron”. Por ello, José Mazuelos ha manifestado “después de casi 4 años de paralización de las obras y con riesgo de una caída inminente, hemos decidido actuar”.
En este sentido, el obispo ha agradecido al Ayuntamiento “que se haya preocupado de que esta iglesia no se caiga, y no tengo duda de que la Junta de Andalucía, y el consejero, procurarán, y querrán, no tengo duda, de que Santiago no se caiga”.
Por su parte, la alcaldesa tras la visita ha declarado “nos hemos quedado impresionados al entrar otra vez en el templo, después de tantos años cerrado al pueblo de Jerez y al culto” y ha explicado “hemos cumplido con nuestra obligación, hemos cumplido con lo que establece la ley, con el máximo consenso y acuerdo con el obispo. Estamos cumpliendo la ley de la mano de la iglesia que es la primera interesada en que la ley se cumpla y en asumir la responsabilidad que le corresponde como propietaria de este templo”.
García-Pelayo ha manifestado que “el pasado jueves, 23 de mayo, en Junta de Gobierno Local, acordó la declaración de caducidad de la renovación de la licencia de obras de emergencia de consolidación de la iglesia de Santiago a la Junta de Andalucía, y este lunes, 27 de mayo, tres días después, se ha notificado a la diócesis una orden de ejecución”.
La alcaldesa ha explicado que esta ha sido la solución administrativa, consensuada con el Obispado y conforme a la ley, que el Ayuntamiento ha podido realizar y que permitirá actuar a esta institución como propietaria del inmueble, para así poder entrar en el templo y reanudar las obras.
García-Pelayo ha afirmado “en este sentido, y tal como decía el obispo, lo que se le comunica en la resolución es que, como propietario del inmueble, tiene que liderar la rehabilitación y para ello ha pedido la colaboración de todos, y de todas las administraciones• y ha puntualizado “la orden de ejecución no significa que la rehabilitación se tenga que hacer de hoy para mañana, sería literalmente imposible, por tanto se han estimado que habrá tres fases. Una primera fase, en la que se llevarán a cabo una serie de medidas que se tienen que adoptar con carácter inminente y que consisten en reparar el cerramiento exterior, el mantenimiento y la vigilancia de la obra, así como determinadas medidas de seguridad para evitar que caigan elementos a la vía pública. Después, una segunda fase que incluye otra serie de obras de carácter urgente. Consistiría en la consolidación estructural del templo, con un presupuesto de un millón de euros. Por último, una tercera fase que tendría que ver con actuaciones referentes a suelo, instalaciones de revestimiento, carpintería, acabados, consolidación de cimentaciones, para devolver al edificio las condiciones normales de uso”.
Tras explicar el proceso administrativo realizado por el Ayuntamiento para que el Obispado pueda intervenir en el templo, la alcaldesa ha declarado “lamentamos haber tenido que llegar a esta situación, llama la atención que un proyecto calificado por la propia Junta de Andalucía, -y así aparece consignado en los presupuestos- como obras de emergencia, hayamos tenido que actuar porque la situación del templo está a punto de entrar en ruina. Así lo calificó la Junta en 2006, y desde noviembre de 2009 las obras están paradas. Estamos hablando de casi 4 años de paralización de las obras, es algo que no podemos consentir”. Por ello, ha añadido la primera edil de la ciudad “es un templo señero, con el que todo un barrio y toda una ciudad se identifican. Igual que hace varios siglos muchas personas apostaron por construir una iglesia, que hoy es un Bien de Interés Cultural, estoy convencida de que todos también nos vamos a involucrar para que este templo vuelva a abrir sus puertas”
Además, la alcaldesa ha tendido la mano “al resto de las administraciones, fundamentalmente a la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento, con independencia de que haya dictado esta resolución y esta orden de ejecución, en ningún caso se va a quitar de en medio. Vamos a estar ahí y vamos a ser los primeros en colaborar. Tenemos una obligación desde el punto de vista moral e institucional, porque se trata de un elemento arquitectónico fundamental de la ciudad” y ha especificado “solos no vamos a poder, estamos hablando de un presupuesto muy grande, pero no nos vamos a rendir. Es evidente que frente a la paralización, lo que hay que hacer es entrar en la acción y eso es lo que hemos hecho, de consenso con el Obispado y cumpliendo la ley”.
Comunicado de José Mazuelos
Las declaraciones a los medios han comenzado con la lectura de un comunicado por parte de José Mazuelos invitando al diálogo “que siempre es más fecundo que la confrontación”, ha explicado el obispo y ha continuado “ya que se trata de hacer un esfuerzo común para salvar esta iglesia emblemática de Jerez”. Mazuelos ha manifestado “como el consejero decía en la prensa, la Junta de Andalucía ha financiado hasta ahora las obras en la iglesia, por lo que estamos contentos y agradecidos por ello, de ahí que la intención de este acto sea una nueva llamada a la cooperación y al diálogo que siempre hemos querido mantener como hemos demostrado en cuantas cartas hemos enviado a la delegada de Cultura y a la Junta”. Sin embargo, ha añadido el obispo “quiero precisar unos datos, no tenidos muy en cuenta quizás por falta de información.
La Junta, como afirmaba el consejero en la prensa, ha destinado 2,5 millones de euros para la primera fase de obras, con la mala suerte de que al haber tenido que estar paralizadas tres años, resulta que para concluir la primera fase de consolidación -que era a lo que se había comprometido la Junta- hay que destinar, no 38.000 euros como decía el consejero, sino un millón de euros” y ha continuado "por otra parte, en los 10 últimos años, la Junta ha destinado al mantenimiento y conservación del patrimonio de nuestra diócesis, 4 millones de euros, de ellos 2,5 millones destinados las obras de Santiago. Frente a estos 4 millones, los católicos de la diócesis, han invertido en el patrimonio, en la última década 23 millones de euros, sin contar las aportaciones de las hermandades y cofradías a sus respectivas capillas” y ha concluido “teniendo esto en cuenta, no podemos decir que la iglesia en Jerez ha sido favorecida por la Junta de Andalucía, sino que a lo máximo que podemos llegar es a decir que todos estamos cumpliendo con nuestra misión”.
Mazuelos ha dado dos razones por las que los poderes públicos deben ayudar al mantenimiento de esta iglesia “de un lado, porque el pueblo de Dios que desea celebrar sus cultos en la iglesia de Santiago, está compuesto por ciudadanos que pagan sus impuestos y tienen por tanto derecho a que los gestores públicos destinen parte de lo recaudado a mantener los lugares de culto” y ha considerado que “igual que se preocupan por el desarrollo corporal creando polideportivos y destinando el dinero de los ciudadanos, incluso de los que no usan las instalaciones, para su mantenimiento, es también un deber destinar dinero para el desarrollo espiritual de los contribuyentes favoreciendo así la libertad religiosa”.
La segunda razón esgrimida por el obispo “brota del deber constitucional de los Gobiernos de preocuparse por el patrimonio cultural y ayudar a su conservación. Así que lo que la consejería de Cultura destina al arreglo de los templos, no es un regalo que hace a la iglesia sino cumplir con su deber de servicio al pueblo andaluz y español”.
Por último, Mazuelos ha aclarado que “el Ayuntamiento, en el cumplimiento de sus funciones, y buscando el bien de Santiago, nos ha obligado a asumir la obra, pues el riesgo de caída de la iglesia es inminente, según el informe del arquitecto enviado a la delegada de Cultura, y por tanto, no se podía seguir esperando a que la Junta resolviera sus problemas con la empresa constructora” y ha puntualizado “ello nos ha llevado a asumir, como propietario, una obra inesperada, de gran coste, que nos obliga a todos a un gran esfuerzo en momentos muy difíciles, esfuerzo que solo tiene el aliento de la posibilidad de generar trabajo”.
Por todo ello, ha concluido “no es momento de discordia, sino de sentarnos todos juntos para resolver los problemas, dialogando y buscando soluciones financieras, para que en el menor tiempo posible podamos ver las puertas de Santiago abiertas”.
Por último, el obispo ha anunciado que autorizará la constitución de una Plataforma para trabajar por la reapertura de Santiago.
