No por esperado deja de ser menos sorprendente y noticiable. El último día hábil de junio se acabará con la sensación de que el principio del fin se aproxima.
El vestuario racinguista, a excepción de Raúl López que recaló en el club, según sus propias palabras, a coste cero, reclamó las mensualidades que se han quedado sin cobrar ante el sindicato de futbolistas semanas atrás.
Precisamente, este viernes a las 12.00 horas es el plazo tope que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha fijado para ponerse al día ante las deudas acumuladas con el riesgo real de descenso.
Finalmente, las tres mensualidades con los que el equipo ha terminado el campeonato, pronostican las dificultades con las que se va encontrar ante la nulidad de poder hacer frente a ellas. Las denuncias, que ya han sido notificadas, no hace sino constatar el desenlace que le deparará si no se es capaz de hacerlas frente.
A nadie sorprende que la falta de poder y el vacío en el que se encuentra la sociedad deportiva ante la renuncia de la dimitida junta gestora, alienta un descenso administrativo más que previsible.
La sorpresa de entre los exdirectivos ha llegado y a pesar de los quince días que se pagó correspondiente al mes de febrero, el vestuario, a entendido a bien, reclamar el mes completo, por lo que, finalmente, serán tres meses y no dos y medio tal y como el propio club llegó a creer.
Del mismo modo y según los denunciados, asesorados por AFE, han reclamado esa media mensualidad también dado que ésta no había sido aún cobrada.