La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha aconsejado este viernes al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que sea "prudente" y apueste por la "estabilidad" en vez de "abrir procesos" que, según ha dicho, los que los "promueven ni siquiera saben cómo cerrar o cómo acabar". "Pido a todo el mundo que trabaje por la estabilidad y la convivencia", ha enfatizado.
Así se ha pronunciado la 'número dos' del Ejecutivo de Mariano Rajoy después de asistir anoche a la entrega de premios de la patronal catalana Foment del Treball, celebrada en Barcelona. Artur Mas declinó su presencia por cuestiones de protocolo por entender que, en tanto presidente de la Generalitat, sólo participa en actos oficiales que presida él o cierre él, salvo en el caso de que asista el Rey, el Príncipe de Asturias o el presidente del Gobierno.
Sáenz de Santamaría ha señalado que para ella fue un "honor" acudir a ese acto con los empresarios catalanes para escuchar sus "inquietudes" y "necesidades" y ha explicado que fue como presidenta en funciones, ya que Mariano Rajoy se encuentra en Panamá con motivo de la Cumbre Iberoamericana. "Es un acto que convoca el empresariado catalán. Me invitaron y estoy muy agradecida por la invitación", ha recalcado.
"ERA LA CASA DEL EMPRESARIADO Y TODOS TENÍAMOS ALGO QUE DECIR"
Al ser preguntada si le incomodó la ausencia del presidente catalán, ha señalado que será Artur Mas el que tendrá que explicar "los motivos" por los qué declinó asistir y ha recordado que era un acto convocado por el empresariado catalán. A su entender, era "importante" que el Ejecutivo de España estuviera allí "representado". "No era la casa ni de uno ni de otro, sino la casa del empresariado catalán y todos teníamos algo que decir porque todos somos allí Gobierno, cada uno en su parte de competencias y responsabilidades", ha manifestado.
Después de que la Generalitat justificase la ausencia de Mas asegurando que no llegó la orden preceptiva que refleja que Santamaría ejercía como presidenta en funciones, la vicepresidenta ha insistido en que era un acto convocado por la patronal catalana y "no por el Gobierno de España" y ha añadido que las normas de protocolo "resuelven" ese tipo de circunstancias sin que sea necesario emitir una orden.
En este sentido, ha subrayado que ella también ha presidido este viernes la reunión del Consejo de Ministros. "Y lo hago en virtud, no de una orden concreta, sino por un reglamento que determina que en caso de ausencia del presidente, sus funciones las asume el vicepresidente. No es necesaria ninguna delegación. Eso está resuelto con carácter general", ha aseverado, para añadir después que los servicios de Protocolo de Moncloa "tiene una gran experiencia" y hacen lo que marcan las reglas.
APELACIÓN A LA ESTABILIDAD
Dicho esto, ha hecho una llamada a la "prudencia" al Gobierno de Artur Mas. "Y por lo que yo ayer pude ver en Barcelona, hago una apelación a la estabilidad y a ser prudentes en abrir procesos que luego, los que los promueven, no saben ni siquiera cómo cerrar o cómo acabar", ha manifestado, para añadir que la situación puede derivar en "procesos que nadie quiere".
En cuanto a si el Gobierno ve probable una declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán, como aventura el portavoz de CiU en el Congreso, José Antoni Duran i Lleida, la vicepresidenta del Gobierno ha hecho una llamada "a la sensatez" porque, según ha dicho, es "muy importante" en estos tiempos "ser conscientes del valor que tiene la estabilidad y el marco de convivencia".
"Los gobernantes estamos para encontrar soluciones y no para iniciar procedimientos que nos llevan a situaciones que son difícilmente explicables y que generan problemas al conjunto de la ciudadanía", ha destacado, para insistir en que el Gobierno de España tiene que "cumplir" la ley y lo va a hacer.
Finalmente, la portavoz del Gobierno se ha felicitado por el "clima de absoluta normalidad" con la que se desarrollaron la pasada semana las manifestaciones en Cataluña con motivo de la fiesta del 12 de octubre y ha agregado que la labor de los gobernantes es "evitar fomentar tensiones sociales" y aportar por un "clima de entendimiento".