Según anunció ayer el ministro británico de Sanidad, Alan Johnson, esa medida forma parte de un plan que pretende ayudar a millones de personas que han perdido su empleo, están endeudadas o han sufrido rupturas sentimentales, entre otros problemas.
“En la actual desaceleración económica, existe la posibilidad de que más gente se sienta ansiosa o deprimida y experimente niveles más bajos de bienestar mental”, afirmó el titular de Sanidad.
Para asistir a esas personas, unos 3.600 terapeutas y cientos de enfermeras recibirán formación para crear, antes de finales de 2010, una red de unidades de auxilio psicológico en oficinas de empleo y ambulatorios de médicos de cabecera.