Apenas restan horas para que Sevilla vuelva a lucir y presumir de una de las principales citas anuales de la ciudad. El orgullo centenario de muchos que cada año multiplican el fervor por uno de los partidos más intensos del mundo fútbol. Y en esta ocasión será el barrio de Nervión el encargado de abrir sus puertas a millones de espectadores que seguirán en vivo el derbi de las pasiones.
Un genuino espectáctulo que descorrió su telón en feudo sevillista un 3 de febrero de 1935 y que, curiosamente, estrenó el bando bético con una contundente victoria por 0-3. Pero la historia ha demarcado un camino bien distinto en el que el color que impera es el rojiblanco cuando el derbi se disputa en Nervión.
Desde entonces, entre Primera, Segunda y Copa del Rey, Sevilla y Betis se han visto las caras en casa sevillista hasta en 58 ocasiones, con un claro 33 a 14 para los locales. 11 fueron los empates cosechados en casi 80 años de derbis hispalenses. Y no hubo que esperar mucho para celebrar el primer triunfo sevillista, fue un mes de marzo de 1936 y gracias al solitario tanto en el 89 de Torrontegui. ‘Un tal’ Ramón Encinas dirigía a los suyos desde el banquillo. Cuánto ha llovido...
El paso de las décadas vino reflejando desde el principio la superioridad rojiblanca cuando estos hacían las veces de locales. Apenas en las décadas de los 60 y de los 80 el Betis rascó un máximo de tres triunfos. Eso sí, la llegada del nuevo siglo no favoreció en nada a un Sevilla que sólo ha logrado 5 triunfos en 12 encuentros, indicios de la igualdad que últimamente se viene dando entre ambos rivales. Y en goles, superioridad. En 104 ocasiones perforó la meta bética y en 69 tuvo que sacar el balón de sus redes.
El 5-1 pasó a la historia
Muestra inequívoca de lo trascendental de estos choques sevillanos lo contemplamos con lo acontencido hace ahora un año. Y es que el 18 de noviembre de 2012 es ya una fecha imborrable para unos y también para otros. Aquella noche, el Sevilla le hizo en su feudo la segunda ‘manita’ de la historia de los derbis y ni la clasificación final de una Liga ha hecho olvidar aquel 5-1. Fue en 1943 cuando se dio la goleada más drástica por parte de los sevillistas (5-0). Sí, los números están con el Sevilla pero un derbi no entiende de cifras.
