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Sevilla

Un informe sobre los bebés congelados ve imposible fijar la causa de la muerte

Un informe aportado por la defensa de la mujer acusada de matar y congelar a sus dos bebés recién nacidos asegura que los cadáveres no presentaban signos de violencia y que no se pueden establecer "el mecanismo, la causa o la fecha" de su muerte

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Un informe aportado por la defensa de la mujer acusada de matar y congelar a sus dos bebés recién nacidos asegura que los cadáveres no presentaban signos de violencia y que no se pueden establecer "el mecanismo, la causa o la fecha" de su muerte.

El informe ha sido realizado por un médico especialista en Medicina Legal y Forense y dice que "no existen signos de violencia ni en el examen interno ni externo" de los cadáveres, según han informado a Efe fuentes del caso.

Por ello, "no existen signos que permitan establecer la naturaleza, la causa, el mecanismo o la data de la muerte", afirma el perito de la defensa.

Este informe ha sido entregado al juez de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), quien en octubre abrió procedimiento contra la madre de los bebés, Sara L.H., por dos delitos de asesinato consumado, tras el hallazgo de sus dos bebés recién nacidos que fueron localizados en noviembre del 2012 en dos congeladores de su domicilio de Pilas (Sevilla).

Sara L.H. cumple prisión preventiva desde que su marido halló el primer cadáver, el 9 de noviembre del 2012, hallazgo que fue seguido el día 27 de noviembre por la aparición del segundo cuerpo cuando el hombre limpiaba otro congelador de su casa.

La imputación por delitos de asesinato se produjo después de que un informe del forense del juzgado asegurase que los dos bebés nacieron tras un embarazo a término y murieron por asfixia mecánica.

Según los forenses, en el caso del primero de los bebés existe un 90% de certeza de que la muerte fue por asfixia por sumersión en agua, versión que coincide con la versión de la madre de que dio a luz cuando estaba en la bañera y que creyó que el bebé nació muerto porque no respiraba ni se movía.

El segundo bebé, que estaba más deteriorado, nació vivo y murió también por asfixia pero no se puede determinar con certeza el mecanismo de la muerte, aunque los forenses se han inclinado también por la asfixia por sumersión en agua.

Se trataba de dos varones que nacieron al término de un embarazo normal de unas 40 semanas de duración.

La madre declaró al juez que sólo recuerda el parto de uno de ellos, ocurrido el 25 de junio del 2011, que fue muy rápido, se produjo en la bañera a la segunda o tercera contracción y mientras sus otros dos hijos, de 11 y 14 años, habían salido a jugar a la calle.

Sara aseguró al juez que el bebé nació muerto porque "no respiraba, no lloraba ni se movía" y lo congeló porque "le parecía mal tirarlo a un contenedor" y "le costaba desprenderse de él y no quería olvidarlo", según las fuentes.

A poco de ingresar en la cárcel, la madre dio a luz el 30 de noviembre del 2012 a su quinto hijo, una niña cuya tutela fue otorgada al padre, al igual que la de los otros dos hijos de la pareja.

La madre será juzgada por un jurado popular y la Fiscalía le imputará previsiblemente dos delitos de asesinato, con una pena aparejada de entre 15 y 20 años de cárcel por cada uno.

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