La práctica totalidad de las hectáreas de viñedo del Marco de Jerez volverán a quedarse fuera de las subvenciones que otorga la Unión Europea (UE) al amparo de la Política Agraria Común (PAC), que en su reforma no tiene en cuenta los “elevados costes de mantenimiento” de esta actividad ni el hecho de que sea sostén de una denominación de origen histórica como la de Jerez-Xérès-Sherry.
El secretario provincial de COAG, Miguel Pérez, lamentó ayer que el viñedo jerezano no se pueda “montar en el tren” de la PAC a pesar de las esperanzas que se habían depositado, toda vez que “se suponía que todas las hectáreas” de cultivo “tenían que cobrar” en esta ocasión.
De este modo, el viñedo es, junto al sector de las frutas y hortalizas, “el gran damnificado” de la reforma de la PAC, que para los agricultores de la provincia podría implicar un recorte de las ayudas económicas directas de alrededor de 50 millones de euros.
Pérez admitió en cualquier caso que “es difícil calcular” cuánto dinero perderá la zona gaditana, algo que no se sabrá con certeza “hasta que no se empiece a aplicar” la temida reforma de la PAC. Sea como fuere, si Andalucía “pierde alrededor de 500 millones”, y partiendo de la base de que la provincia de Cádiz representa “para lo bueno y para lo malo, el 10 por ciento” de la agricultura de la región, es fácil llegar a la conclusión de que la merma rondará “entre los 40 y los 60 millones”.
COAG entiende que la Comunidad autónoma es “la gran perjudicada” de la reforma, advirtiendo un criterio político en la distribución de las ayudas que ha realizado el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en función del “color” de las diferentes autonomías.
Miguel Pérez entiende que, en el caso concreto del Marco de Jerez, “se está vulnerando la propia norma europea” que aseguraba que el dinero de la PAC debía destinarse de manera preferente a “cultivos muy desfavorecidos o en riesgo de desaparición”, algo que a su juicio no ha ocurrido al no tenerse en cuenta la situación del viñedo de la zona.
